A pesar de que con el pasar de los años la franquicia Call of Duty ha caído de la gracia de algunos, no se puede negar que al menos, sus juegos son de los FPS más divertidos del mercado.
Sin embargo, esto no siempre ha sido así, ya que los primeros tres títulos son muy estimados por los gamers. Como casi todo buen FPS “histórico”, Call of Duty tomó la Segunda Guerra Mundial como su inspiración, pero después de tres juegos, Infinity Ward decidió evolucionar la serie.
Sería así que en el año 2007, debutó el que tal vez sea el título más característico de esta serie; Call of Duty: Modern Warfare.
Llevando el conflicto al presente, tomaríamos el control de un grupo de Marines de los Estados Unidos y de un comando SAS británico, para detener al líder musulmán extremista, Al-Asad, quien ha tomado el control de un país sin nombre al asesinar a su presidente.
Al llevarse a cabo en el presente, Modern Warfare nos daría acceso a equipo moderno, así como la utilización de ataques aéreos para despejar el camino de las olas de enemigos que nos asediaban.
Así mismo, la fluidez de la acción aumentó, encontrándonos ante tiroteos masivos en donde las balas se convierten en el panorama.
Pero en lo que este juego sobresaldría, sería en su multiplayer, poniendo a equipos a generar puntos de experiencia al ir matando enemigos y sobreviviendo, para obtener acceso a mejores armas y equipo.
Siendo considerado hasta la fecha como uno de los mejores FPS de la historia y como el mejor Call of Duty, en vísperas de sus casi 10 años, Infinity Ward ha decidido remasterizar este juego para la nueva generación de consolas.
Desde hace unos días, tuve la oportunidad de jugar la campaña de Call of Duty: Modern Warfare Remastared, la cual es igual a la del título original, con la diferencia de que ahora se ve como un juego moderno:
A pesar de que el título a jugar, tendría que ser Infinite Warfare, los fans de los FPS no pueden esperar por poner sus garras en este juego y la verdad, no los culpo, ya que se ve increíble.
Es obvio que los muchachos de Raven Software – estudio que realizó muchos de los modos multiplayer de esta franquicia– le metieron pasión a este REMAKE, ya que de haber sido una remasterización, las gráficas no hubieran cambiado, solo tendrían ciertos detalles de iluminación y este no es el caso:
Todas y cada una de las misiones se ven y se escuchan mejor que nunca, ya que todo el soundtrack y los efectos de sonido también fueron modificados con un nivel de detalle asombroso que le da nueva vida a Modern Warfare.
Desde la primera misión en el barco, hasta el flashback de Chernobyl, cada escenario y objeto han renacido, obteniendo una vista más realista.
Incluso, uno de los momentos más inesperados y sorprendentes que de manera irónica, nos enseña la crueldad y lo fútil de la guerra, los va a dejar con la boca abierta.
En el aspecto de control, Call of Duty: Modern Warfare Remastered, se juega mejor que el original, teniendo un control muy responsivo, además que las armas se sienten muy realistas.
Sin embargo, la inteligencia artificial de nuestros compañeros, sigue siendo medio malona, ya que en repetidas ocasiones se interponen en nuestra mira de fuego y en otras, se nos quedan viendo cual soperutanos mientras somos acribillados por nuestros enemigos.
Sin duda, este es una de las mejores remasterizaciones que han salido para esta generación de consolas. Es una pena que la única manera de poder jugarlo (de momento), sea comprando las ediciones Digital Deluxe, Legacy o Legacy Pro de Call of Duty: Infinite Warfare, que estarán disponibles partir de este 4 de noviembre.
Aunque no dudo que en unos cuantos meses, Modern Warfare Remastered pueda ser descargado de manera individual y de ser así, no duden en obtenerlo ya que de por sí, la versión original es un juegazo, y esta remasterización mejora y por mucho al Call of Duty que cambió el panorama de la franquicia.