La primera ley de la robótica —salida de la ciencia ficción de Asimov, claro— decía que ningún robot le haría daño a un ser humano. Esas normas aparecieron por primera vez en la literatura en 1942 y siempre se pensó que funcionarían, si acaso se materializaban, en un futuro extremadamente lejano. Quién diría que ese lapso se está cumpliendo en 2022.
En una histórica carta abierta, algunas de las principales empresas de robótica en el mundo hicieron una valiosa promesa.
Prometieron nunca ponerle armas a sus robots. Sus palabras también alertan contra el uso violento de sus avances, los riesgos de la confianza en la tecnología y piden, en conjunto con gobiernos, crear políticas para controlar la seguridad en los futuros desarrollos.
Prometen nunca ponerle armas a sus robots
La carta abierta fue firmada por algunas de las principales empresas de robótica en el mundo, pero está encabezada por el equipo de Boston Dynamics, una empresa hermana del MIT que seguro recuerdan por sus famosos videos de robots bailando, haciendo parkour o practicando deportes.
Es una petición, así como una promesa, para nunca ponerle armas a los robots.
“Como toda nueva tecnología que ofrece nuevas capacidades, la aparición de robots avanzados ofrece la posibilidad de un mal uso”, señala el documento que, pareciera sacado de la ciencia ficción. “Personas que no merecen nuestra confianza podrían usarlos para amenazar, dañar o intimidar a otros”.
Hablan también de cómo, al ponerle armas a sus robots (weaponization) están creando riesgos y problemas morales para el avance de la humanidad.
“Prometemos que nunca le pondremos armas a nuestros robots de movilidad avanzada y que el software que desarrollemos no permitirá que alguien más lo haga”, aseguran las empresas que firmaron este histórico acuerdo. “Revisaremos con cuidado todas las intenciones de nuestros clientes”.
Al final de su mensaje le piden a los gobiernos que también se sumen a esta promesa, para buscar nuevas leyes que prohiban las armas en los robots.