Los científicos responsables de haber descubierto el bosón de Higgs han llegado a la conclusión que éste podría ayudarnos a descifrar los misterios del inicio – y el final – de nuestro universo y todo lo que se encuentra en él. No obstante, a pesar de lo apocalíptico que esto pueda sonar, el fin de los tiempos no llegará hasta dentro de unos cuantos miles de millones de años.
Tanto en la naturaleza como en las leyes más fundamentales de la física, todo tiene un final y éste siempre llega a partir de un largo proceso de “decadencia”, por lo que no habrá que preocuparnos mucho a respecto; sin embargo, los científicos que aún intentan escudriñar el recién descubierto bosón de Higgs consideran que el fin de las cosas llegará incluso después de que la tierra sea consumida por nuestro sol en unos 4.5 mil millones de años.
Algo que los científicos han deducido a partir de “la partícula de dios” es que el universo podría ser engullido totalmente por una realidad alterna que actualmente (según la teoría) se expande a la velocidad de la luz. Así es, todo lo que conocemos, (el universo A) será devorado por el universo B. Como es de esperarse, este supuesto final vendrá con su colección de catástrofes de proporciones estelares que acabarán con consumir toda la energía del espacio.
Los especialistas encargados de este descubrimiento actualmente se encuentran trabajando para conocer la fecha específica en que sucederá este evento. A todo esto ¿de qué nos sirve saber qué sucederá miles de millones de años después de nuestra muerte? La respuesta es sencilla: conocer este tipo de información nos ayuda a entender nuestro origen.
Para conocer más sobre lo que nos depara el futuro, les presentamos una cronología detallada de nuestro destino.
