Los Bored Apes se han convertido en las imágenes más conocidas del mundo NFT, en una especie de portavoces digitales del fervor por el arte digital. Son conocidísimos. Sabemos que su precio alcanzó cantidades ridículas de dólares, que eran extremadamente codiciados y que solo un selecto grupo de millonarios —incluidas algunas celebridades— puede presumir de tener alguno.
Siendo tan populares, ya se imaginarán la cantidad de historias que se han originado en su exclusivo Yacht Club.
Algunas han sido ridículas, otras graciosas y algunas más —como esta que queríamos contarles— terminan siendo bastante interesantes. Resulta que se robaron el Bored Ape #8398 y en el camino, desataron una polémica mucho más grande que un fraude de criptomonedas.
Bored Apes y su imagen comercial
Ya hemos platicado bastante sobre ellos y si quieren conocer el tren sobre estos changos pueden pasar A ESTA BELLA NOTA, pero podemos hacerles un resumen de lo importante. En pocas palabras, los Bored Apes son una colección de arte en NFT.
Se han vuelto tan valiosos y conocidos porque solo existen 10 mil changos en todo el mundo digital. Cada uno es único.
Cada chango es distinto gráficamente y tiene diferentes tonalidades de cabello, de accesorios, ropa o expresiones faciales. Todos los Bored Apes están numerados y sus números de folio —por decirle de alguna manera— se vuelven extremadamente conocidos. Nomás para poner un ejemplo, sabemos que el Bored Ape #9055 es un chango blanco que fue comprado por Eminem.
Otro de los puntos más importantes de los Bored Apes es que son una oportunidad de negocio.
Aprovechando su popularidad y aunque la burbuja de los NFT se reventara, las personas que sean dueñas de un Bored Ape mantienen todos los derechos para comercializar su imagen. Así fue como surgieron bandas de música o situaciones interesantes con marcas mundiales —como Adidas o incluso el Club Necaxa— que pueden usar su chango como les plazca. Disculpen la frase con doble sentido.
Así es como llegamos a la importancia del fraude en el Bored Ape #8398 y cómo terminó poniéndole en la torre a una serie de televisión.
El robo del Bored Ape #8398
A primera vista el Bored Ape #8398 no tiene nada de especial.
Aunque sí era carísimo, este chango no era ni cerca uno de los más valiosos en el Yacht Club pues alcanzó un precio máximo de 106 ETH, equivalente a poco más de 4 millones de pesos. Tiene el fondo morado, los ojos llorosos, una playera de esqueleto y el halo de un ángel en la cabeza. Es este de aquí abajo:
El Bored Ape #8398 tiene un pasado curioso pues, hasta hace unos meses, pertenecía a Steve Aoki y su gigantesca colección de NFT.
Después, el DJ se lo vendería al comediante, productor y escritor Seth Green.
Green tiene experiencia produciendo series animadas —probablemente lo conozcan por Pollo Robot o Robot Chicken—, así que decidió iniciar un nuevo proyecto utilizando sus NFT consentidos. Aprovechando que tenía los derechos para comercializar su imagen, está creando una serie de televisión con su Bored Ape como protagonista.
En el programa, el Bored Ape #8398 se llamará Fred. Aunque todavía no se estrena, ya sabemos de qué trata: el chango es un bartender en una pequeña taberna donde convive con seres humanos y otros NFT que cobraron vida.
Todo iba viendo en popa e incluso Seth Green presentó el tráiler en una convención de criptomonedas… hasta que se lo robaron.
El comediante estadounidense denunció que fue víctima de una estafa y al momento de caer redondito notó que había perdido algunos de sus NFT más valiosos. Por supuesto, la polémica se ha enfocado en que le robaron el Bored Ape #8398. Además de perder miles de dólares —millones de pesos—, se le aparecieron problemas inesperados.
Como ya no es el dueño oficial de ese valioso NFT, quiere decir que tampoco puede comercializarlo.
Seth Green perdió los derechos de utilizar su chango como protagonista y por ende, su próxima serie de televisión está atorada en un enredo legal tremendo.
“Lo compré en julio de 2021 y he pasado los últimos meses desarrollándolo para ser la estrella de este show”, decía Green en una entrevista. “Días antes de que hiciera su debut mundial, fue secuestrado”.
Los problemas legales y el chango perdido
El chango robado fue comprado inesperadamente por un usuario llamado DarkWing84. La plataforma OpenSea —el principal mercado mundial de NFT— terminó bloqueando cualquier operación a futuro que suceda con este Bored Ape. Sin embargo, la producción de la serie de televisión se las está viendo extremadamente negras.
Seth Green asegura que, como fue robado, el nuevo dueño no tiene derechos comerciales. El productor amenazó en Twitter que empezaría una demanda.
Otros especialistas mencionan que no es tan sencillo.
Un profesor de propiedad intelectual y derecho digital de la Universidad de Santa Clara le comentaba a Buzzfeed News que los compradores de arte robado —si lo hacían de buena fe o sin saber de los enredos—, estaban protegidos por las leyes. Otros comentaban que la propiedad digital apenas empieza a discutirse en el mundo y una demanda por el robo de un NFT estaría atoradísima en los juzgados estadounidenses.
Mientras tanto, la cosa se ve complicada.
Seth Green ha escrito en Twitter buscando que le regresen su chango “de cuates”, pero nomás no ha rendido frutos. El nuevo dueño pareciera estar sentado en miles de dólares y con el futuro de una serie de televisión en sus manos.
El Bored Ape #8398, completamente desconocido hace unas semanas, se convirtió en un ejemplo más del furor por los NFT y de su lado extraño. Una de esas historias que nos recuerdan lo interesante que es el mundo digital y lo espinoso que se está poniendo el panorama si te agarran papando moscas con tus criptomonedas.