Todos hemos escuchado en alguna ocasión que los baños con agua caliente no son los mejores para la salud, sin embargo, un estudio reciente podría estar tumbando esa creencia, pues asegura que las duchas calientes ayudan a quemar tantas calorías como lo harías corriendo.
Sven Hoekstra, un estudiante de doctorado de la Universidad de Loughborough estaba realizando una investigación sobre los efectos agudos y crónicos de los baños con agua caliente en personas sedentarias y con problemas de sobrepeso, fue así que descubrió que estas duchas ayudaban a mejorar los niveles de azúcar en la sangre, mejoraban la presión e incluso quemaban calorías.
Para este estudio, los investigadores observaron los marcadores de inflamación, niveles de azúcar e insulina en un grupo de hombres sedentarios y con sobrepeso. Según explican, el estrés físico como el ejercicio puede causar la elevación de los marcadores inflamatorios y, posterior a realizar actividades físicas, puede aumentar los niveles de una sustancia química llamada IL-6.
El cuerpo puede llegar a inflamarse (o en palabras más simples, puedes subir de peso) de maneras no saludables, a esa condición se le conoce como inflamación crónica de bajo grado, para lo que el mismo cuerpo se prepara liberando sustancias antiinflamatorias.
La reciente investigación señala que cuando la temperatura corporal aumenta, también lo hace la respuesta antiinflamatoria, lo que resulta en una alternativa para aquellas personas que no pueden hacer ejercicio y así reducir la inflamación de bajo grado.
A través de los análisis y observación de las personas estudiadas, se encontró una conexión entre la temperatura corporal y la producción de óxido nítrico, el cual ayuda al flujo sanguíneo y al mismo tiempo, ayuda a transportar la glucosa por el cuerpo.
Los participantes de la prueba tuvieron que sumergirse en agua a 39 grados Celsius durante 60 minutos. En ese tiempo, los investigadores midieron la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la temperatura corporal de los pacientes cada 15 minutos. Luego de la observación, los expertos dieron con que una sola sesión en agua caliente provoca la elevación del IL-6 así como de óxido nítrico.
Al cabo de dos semanas de baños con agua caliente, se dieron cuenta de que los hombres que habían participado habían tenido una reducción considerable del nivel de azúcar en su sangre así como los niveles de insulina y, además, había una mejor inflamación de bajo grado en reposo.
Los resultados positivos de la disminución de la inflamación y la mejora de la sensibilidad a la insulina sugieren que la inmersión en agua caliente puede “mejorar aspectos del perfil inflamatorio y mejorar el metabolismo de la glucosa en hombres sedentarios, con sobrepeso y puede tener implicaciones para mejorar la salud metabólica en poblaciones que no pueden cumplir con los requisitos actuales“, aunque también recomiendan actividad física.