¿Sientes que no te rinde el día? Pues la ciencia puede tener una explicación… bastante extraña, pero una explicación. Resulta que los científicos mundiales han notado que la Tierra está girando cada vez más rápido y eso, hace que los días sean cada vez más cortos. De hecho, el pasado 29 de junio de 2022 acaba de ser declarado el día más corto desde la década de los 60 —cuando empezamos a medir estas cosas con precisión.
Se estima que el día se terminó 1.59 milisegundos antes de lo esperado.
Suena a una diferencia completamente ridícula, pero forma parte de una tendencia bastante interesante: la Tierra gira cada vez más rápido y cada vez estamos rompiendo más récords de velocidad.
De hecho, según informaron en un estudio publicado en el Diario de Investigación Geofísica, el año pasado nuestro planeta había presenciado los 28 días más cortos en la historia y se había roto el anterior récord cuando el 19 de julio de 2021 la medianoche se adelantó 1.47 milisegundos.
La Tierra acelerando
Resulta que desde hace tiempo los científicos han notado que la Tierra puede acelerar o frenar su velocidad con toda clase de situaciones.
Como le explicaban a The Guardian, en los años que los fuertes vientos climáticos —asociados con el fenómeno del Niño— vienen bastante sólidos, los días se han extendido por medio milisegundo. En casos opuestos como terremotos, los días se hacen más rápidos. Recordaron, por ejemplo, el día del tsunami en 2004 que recortó aquella noche por 3 milisegundos.
De hecho, históricamente nos estamos moviendo más lento que lo que sucedía hace millones de años.
Un estudio presentado por el Dr. Alastair Gunn de la Universidad de Manchester calculaba que hace 600 millones de años, en la época de la explosión cámbrica —cuando la vida comenzaba a surgir— la Tierra iba echa la ma…. completando un día en tan solo 21 horas.
¿Entonces qué tiene que ver que estemos volviéndonos a acelerar?
La verdad es que ni los científicos saben qué está pasando. Algunos aseguran que se trata de movimientos oceánicos, de vientos atmosféricos, de las cortezas internas en el planeta o incluso por los cambios climáticos.
Lo interesante está en la polémica. Aunque pensamos que no pasaría nada por unos unos cuantos milisegundos más o menos, los científicos —sobre todo los especialistas en cuestiones físicas— están atacados por la idea de tener que mover el reloj atómico que rige la Tierra. Están pensando en agregarle un “segundo repetido” para ponerse al corriente con la velocidad planetaria.