Pues no sólo en el mundo del arte. La subasta de objetos relacionados con personajes trascendentes para la humanidad también se pone de a peso… mejor dicho de a millones de dólares. Caso de lo sucedido con el físico Albert Einstein.
Hace unos días la casa de subastas Christie’s (seeee, otra vez Christie’s) puso a la venta algunos de los apuntes que el célebre físico alemán realizó mientras desarrollaba su conocida Teoría de la relatividad.
Dichos apuntes, por el sólo hecho de salir del puño y letra de Albert Einstein, lograron un precio de venta de 11 millones de euros que, traducidos a dólares, son más o menos 13 millones.
La cifra no dejó de sorprender a los que le saben a esto de las subastas, ya que anteriormente un manuscrito de Einstein apenas alcanzó los nada despreciables 2.8 millones de dólares. Hace no mucho, en 2018.
Quizás hasta más interesante ese documento… ya que en lugar de teorizar sobre masa, velocidad, y todo aquello con lo que se le relaciona por su trabajo como físico, Einstein reflexionaba sobre Dios.
Otro documento subastado con anterioridad sólo logró la suma de 1.56 millones de dólares. Y eso que el contenido de éste era bastante peculiar: Albert Einstein teorizando sobre la felicidad.
Peeeeero bueno, los interesados en subastas le vieron mucho mayor valor a los apuntes del trabajo más conocido del físico. Aparte, cabe señalar que el documento que vendió Christie’s no se limitó a unas cuantas páginas. Nop… hasta un libro sale de ahí: fueron 54 páginas de pura formulación de la Teoría de la relatividad.
“Einstein es alguien que tomó muy pocas notas, por lo que el mero hecho de que el manuscrito sobreviviera y llegara a nosotros ya lo hace extraordinario“, comentó para la BBC el experto en subastas, Vincent Belloy.
Los apuntes habrían sido realizados durante 1913 y 1914 y ni siquiera fueron guardados por Einstein, sino por su amigo, el también ingeniero italo-suizo, Michele Besso.
“El manuscrito ha llegado, casi milagrosamente, hasta nosotros: Einstein probablemente no se habría preocupado de conservar lo que podía parecerle como un documento de trabajo”, explicó la casa de subastas Christie’s.
Se desconoce quién fue el ganón de la subasta y qué hará con tan preciado documento en el que, según se sabe, Einstein dejó pasar varios errores en sus cálculos.