Por simple que parezca, comprar unos audífonos se ha convertido en una misión casi tan compleja como entender el teorema de Pitágoras. Existe, está ahí, frente a nuestras narices. Hay de todo tipo: De diadema, in-ear, alámbricos, inalámbricos, chiquitos, grandotes, de todos precios, colores y sabores. Pero ¿cómo saber cuáles son los buenos?
Si me preguntan, buscar los audífonos perfectos es como buscar el amor perfecto. En pocas palabras ¡no existe! y todo mundo querrá opinar a favor y en contra de lo que decidamos, pero al final, terminaremos por encontrar los que mejor nos acomoden.
Cuando Apple anunció que eliminaría la entrada de audífonos para el iPhone 7, todos sabíamos lo que ello significaba: oficialmente entrábamos a la era de los audífonos inalámbricos. Digo, ya estaban ahí, ya existían, pero ningún jugador se había atrevido a olvidarse de los cables -Vaya, ni siquiera Apple se ha atrevido a olvidarse por completo, tan es así que se aventaron la puntada de vender el iPhone 7 con unos audífonos alámbricos ¡con todo y su adaptador para el teléfono!)
Y voy a ser muy honesto. Mi primera reacción al ver la presentación de los AirPods en el keynote de Septiembre fue de incredulidad. No sólo por todo lo que prometían, sino también por la mañosa habilidad que suele tener Apple para convertir casi cualquier dispositivo ya existente en algo maravilloso: Pasó con el iPod y los reproductores de Mp3, pasó con el iPhone y los teléfonos inteligentes, y ha pasado de nueva cuenta con las tabletas, relojes y los audífonos.
Los audífonos wireless ya existían. Los manos libres también e incluso, durante mucho tiempo me negué a ser esa persona que va hablando por la calle como loquito, con su manos libres inalámbrico….hasta ahora.
Yo confieso que como buen atascado que soy, lo primero que hice tan pronto se pusieron a la venta los nuevos AirPods fue comprarlos, y es que mi curiosidad para saber si estos audífonos realmente podían entregar todo lo prometido era mucha.
Y no es que sea un experto en gadgets y tecnología, pero como un usuario promedio, mis dudas respecto a los AirPods eran serias: ¿serían cómodos? ¿se me saldrían del oído al más mínimo movimiento? ¿se escucharían bien? ¿serían fáciles de perder? ¿cuánto les duraría la batería?
¿Ahora entienden a lo que me refiero cuando digo que comprar unos buenos audífonos es mucho más difícil de lo que parece?
Tras cuatro días de uso intensivo, esta ha sido mi experiencia con los AirPods:
Unboxing Como es costumbre, la presentación y empaque de todos los productos Apple es una belleza, que invariablemente te hará sentir muy torpe al momento de abrirlos. La caja viene con los audífonos, el estuche -que al mismo tiempo es el cargador de batería- y el siempre necesario cable Lightning.
Sonido
Ok. Si estás pagando 3,500 pesos por unos audífonos, lo primero que asumes es que tendrán un sonido de máxima calidad, pero en el caso de los AirPods es muy particular, pues en realidad estás comprando una herramienta de entretenimiento y tecnología. El sonido no es nada malo. Al contrario, las horas que los he usado en el trabajo me han aislado por completo de todos los ruidos de oficina. Cuando los he usado en exteriores, he podido escuchar sin ningún problema tanto llamadas como música y videos a una calidad bastante aceptable. Pero si lo que estás buscando es un audio en alta fidelidad, antes que conectividad o cualquier otra cosa, los AirPods no son para ti.
Llamadas
Todas las llamadas que he hecho y recibido la he tenido sin problemas tanto para escuchar como para ser escuchado, y no, no es necesario tener los dos audifonos puestos todo el tiempo, pues los sensores de los AirPods detectan a cuándo están en tus orejas, y cuándo no. Lo cuál, por simple que parezca es un gran despliegue de tecnología para un instrumento que pesa apenas 4 gramos.
Alcance
Tanto en música como en llamadas, he logrado distanciarme hasta 8 o 10 metros de mi teléfono sin ningún problema de interferencia.
Siri
¡Nunca había usado Siri tanto como lo he hecho con los Airpods! Y es que al no tener botones o un control físico, los audífonos se controlan básicamente a través de Siri, tanto para hacer llamadas como para cambiar de canción, disco, artista, subir o bajar el volumen… y si, Siri, ¡te amo!
¿Aguantan el agua o sudor?
Estos no son unos audífonos para nadar o para sumergirlos en el agua. En estos días los he utilizado para salir a correr y han aguantado el sudor como cualquier otro audífono, aunque no canto victoria. Llevo menos de una semana con ellos, así que me es imposible dar un veredicto definitivo, más allá de que su comportamiento hasta ahora, ha sido exactamente el mismo que he tenido con cualquier otro par de audífonos.
¿Se caen cuando corres?
No. He caminado, headbangeado y corrido a distintas velocidades con los Airpods puestos, y en ningún momento los he sentido siquiera “flojos”. Al revés, te brindan una libertad de movimiento tanto de brazos como de cabeza que te permite disfrutar más el ejercicio.
¿Son cómodos?
Este era mi mayor temor. Los audifonos de Apple siempre habían terminado por molestarme en los oídos tras varias horas de uso. Los AirPods son un poco más cómodos y supongo que cada oreja es diferente, pero al menos a mi, sólo me han empezado a molestar, después de 3 o 4 horas de uso continuo.
¿Cuánto dura la batería?
Según Apple, están hechos para aguantar hasta 5 horas continuas. La verdad, es que como se cargan cuando los guardas en el estuche, hasta ahora no me he quedado sin bateria, y tampoco he tenido que cargar el estuche, el cuál aseguran tiene una autonomía de hasta 24 horas. Es decir, que a diferencia de muchos otros gadgets, los AirPods pueden aguantarte hasta una buena semana sin que tengas que preocuparte por la pila.
¿Funcionan con todos los dispositivos?
Si. Aunque claro está que si los pretendes usar con un dispositivo Android, perderás muchas de las ventajas que tienen. Ahora bien, no necesitas tener un iPhone 7 para disfrutar de los AirPods, de hecho, funcionan a la perfección con todos los modelos de iPhone a partir del iPhone 5, así como en iPad mini, iPad Air y iPad Pro, así como con los últimos iPod Touch y por supuesto, cualquier computadora Mac, con Bluetooth 4.0
¿Valen la pena?
En mi experiencia, MEGA valen la pena. Hasta ahora, se han convertido en mi compra favorita del 2016. Y es que no son “sólo unos audífonos”. Los AirPods son un pedazo de tecnología, que por insignificante que parezca, hacen que nuestra experiencia al escuchar música o gestionar llamadas sea mucho más disfrutable, incluso hasta el momento de guardarlos de nueva cuenta en su estuche. Insisto, no piensen en sólo unos audífonos. Piensen en los sensores, chips, y nano procesadores que guardan estos diminutos audífonos, y eso que son apenas la primera generación.