No vamos a culpar a nadie de ustedes por no recordar al Sega CD, el add-on para el Sega Genesis que te permitía jugar juegos en CD-ROM, una tecnología que para el año en que fue lanzado (1991 en Japón, 1992 en América) aún era bastante novedosa. Después de todo, no fue un add-on muy exitoso y no mucha gente pudo tener uno.

Sega siguió los pasos que antes había hecho NEC cuando lanzaron el add on para CDs del TurboGrafx 16 y desarrollaron su propia expansión, el Sega CD (conocido como Mega CD en Japón y otras regiones).

El problema es que, como siempre cuando una tecnología es nueva, esta aún era bastante costosa para cuando salió este sistema y, con un precio de $299 dólares, no era un lujo que todos pudieran darse.

Otro problema es que muchas compañías aún no tenían muy claro que era lo que querían hacer con esa tecnología pero muchos percibían a los juegos con Full Motion Video (juegos que tienen escenas filmadas como si se tratara de una película interactiva, con actores y todo) como el futuro de los videojuegos. Grave Error.

Así obtuvimos horribles juegos como Sewer Shark, Ground Zero Texas, Corpse Killer o el infame Night Trap (que fue muy controversial y fue parte de un juicio cuyo resultado fue el sistema de clasificación de la ESRB), entre otros.

Y es por ello que el Sega CD ganó una mala reputación, bastante bien merecida especialmente porque era bastante inconveniente (tenía su propia fuente de poder, o sea que había que conectar tanto el Genesis como el Sega CD).

Si bien, el Sega CD no es un gran aditamento, si fue hogar de algunos juegos excelentes como Sonic CD (para muchos, el mejor juego de Sonic), Lunar: Eternal Blue, Lunar: The Silver Star, Panic!, Lords of Thunder y Snatcher.

Probablemente el Sega CD no merezca grandes honores en el mundo de los videojuegos pero tiene algunas auténticas joyas dentro de su colección y es por eso que vale la pena recordarlo.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios