En la década de los 70, en Estados Unidos, la violencia aumentó de manera exponencial hasta llegar a índices de crimen pocas veces visto. Por ejemplo, los asesinatos aumentaron más de 60 por ciento mientras las violaciones llegaron hasta 116 por ciento respecto años pasados.
Las razones de una ola de violencia son debatibles, pero hemos de entender que fue una época turbia para la sociedad estadounidense como consecuencia de la Guerra de Vietnam, el Watergate, las secuelas del asesinato de Martin Luther King Jr, la crisis de los rehenes en Irán y más.
Con todo esto en mente, se entiende la década de los 70, como mencionamos, como una de las más inestables a un nivel político, pero sobre todo social en el que destacó (si acaso es la palabra correcta) un nombre relacionado con el crimen: Ted Bundy.
El 24 de enero de 1989, hace 30 años, Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica, pero su figura siempre permaneció entre los archivos de asesinos en serie más populares (y este adjetivo, lamentablemente relacionado a los niveles de violencia de sus crímenes).
La historia de Ted Bundy, con motivo del aniversario de su muerte, se cuenta en la serie documental de Netflix titulado Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes, la cual deja en claro que a pesar de llevar muerto tres décadas, Bundy es más que el protagonista de un show televisivo….
En la primera mitad de los 70, Bundy comenzó a realizar delitos menores de robo, hasta que en 1974, inició su vida como asesino en serie. Dos años después, y con una serie de asesinatos violentos en varios estados del país, las autoridades dieron con Bundy. Cuando comenzó el juicio en 1976, Bundy tenía 29 años. La policía tan sólo logró confirmar 36 casos en contra del asesino.
Sin embargo, muchos aseguran que fueron más aunque el número es incierto, pues antes de su ejecución, por ejemplo, confesó más asesinatos y ataques que cuando fueron investigados, sólo algunos resultaron ser ciertos. Después de ser detenido en Colorado, Bundy logró escapar para huir a Florida donde siguió cometiendo crímenes donde asesinó a más mujeres, pero otras tuvieron la oportunidad de escapar.
Cuando llegó a Tallahassee en 1978, Bundy secuestró a una niña de 14 años llamada Kimberly Leach, la cual apareció muerta ocho semanas después. Sus víctimas, generalmente, eran mujeres jóvenes y madres solteras. En cada uno de los cuerpos de las víctimas, encontraron signos de violencia sexual y tortura. En Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes, dan una idea de qué es lo que Bundy era capaz de hacer como castraciones orales e incluso necrofilia. No obstante, otra cosa que hace Netflix, es darle la “oportunidad” al asesino de contar su propia versión.
¿Esto es bueno o malo? Sin duda, para muchas personas resulta fascinante escuchar en primera voz las razones que lo llevaron a cometer crímenes tan violentos. La cultura alrededor de los asesinos seriales, al menos en Estados Unidos, también forma parte del imaginario colectivo de las masas como una forma de entretenimiento que va del morbo a la ficción.
Y no hay nadie mejor que Ted Bundy para representar estas incoherencias. Primero, como se da a entender en la serie de Netflix, Bundy era encantador con una sonrisa que parecía sincera e incapaz de hacer daño a mujeres y niñas. Sin embargo, era un hombre que dominaba su propio discurso y jugaba con los medios y autoridades a su antojo.
Incluso, fue su propio abogado en varias partes del juicio y para retrasar su condena a muerte, aseguraba que confesaría más asesinatos y el lugar donde enterró a las víctimas. En pocas palabras, Bundy era el típico psicópata encantador con una personalidad extrovertida y con la cual enganchaba a muchas de sus víctimas.
Joe Berlinger dirige Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes de una forma poca veces vista que resulta difícil determinar si fue para bien o para mal. Esta clase de trabajos, en concreto este, expone los crímenes de un asesino ya conocido que ha sido analizado desde antes de su muerte, pero que en algunas partes parece fomentar la idolatría que el mismo Bundy aplicaba a su narrativa.
En esta edición del Festival de Sundance, Berlinger presentará el filme Bundy: Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile protagonizada por Zac Efron. El nombre de la cinta, por más extraño que parezca, hace referencia, literal, a las palabras que el juez que lo sentenció a muerte utilizó para describir sus crímenes y su persona.
¿Bundy debe ser considerado el primer asesino en serie o al menos el primer caso en el que se aplicó el término? Dependerá, pero nos inclinamos por un no. Antes de Ted Bundy y después, existieron más asesinos seriales cuyas historias también, con una buena cantidad de audios, videos y fotografías, valen la pena llevarse a la pantalla grande o chica.
