“Un día me enamoré de Sasha”, reveló en entrevista Luis de Llano. “No sé si se enamoró de mí o no, pero yo sí estaba enamorado”, insistió el productor al hablar sobre la “relación” con Sasha Sokol cuando él tenía 39 años y ella 14. Uno creería que estas palabras fueron mencionadas hace tiempo cuando las relaciones de abuso, dominio y poder de hombres hacia mujeres, pasaban desapercibidas por un sistema que las validaba.
Pero no. La entrevista la hizo hace apenas unos días y se publicó el 7 de marzo de 2022. Y es tanto el poder y la seguridad que sostiene Luis de Llano, que con micrófono en mano confiesa haberse enamorado de una menor de edad. “Yo fui el que de repente agarró un afecto por ella”. Luis de Llano confesó también haberse aprovechado de la búsqueda de “las niñas” de una “imagen paterna”. Y por si fuera poco, habló de un enamoramiento “platónico”.
Es repugnante escucharlo hablar así, a sus ahora 76 años, de la relación que mantuvo con una menor de edad. Por eso, a la par, resulta tan doloroso leer a la misma Sasha Sokol reconociendo el abuso del que fue víctima después de tantos años. Dice saber que su única responsabilidad fue haber guardado silencio. Pero creemos que tampoco es así, pues las mujeres, muchas veces, se someten a un silencio que viene del dolor, la pena, el miedo y la vergüenza.
Un abusador que “marcó generaciones”
¿Por qué? Porque en más de 30 años, en este caso, el abusador ha sido elogiado, aplaudido y justificado. Y en pleno 2022, lleno de ironía, habla de amor… Pero la realidad es esta: los que sí guardaron silencio fueron los demás, los cómplices, quienes permanecen al darle un espacio donde se le permite hablar y dar su versión de las cosas sin importar las consecuencias que sus palabras tengan sobre la víctima.
Luis de Llano habla de una relación de poco tiempo cuando en realidad fueron cuatro años. Habla de enamoramiento cuando en realidad, él era el jefe de la víctima (quien ahora dice que temía por las represalias que podía tener en su carrera). Y sin irnos más a detalle, ¿en serio el factor de la edad no les pareció vomitivo?
Lo publicado ayer, en el marco del Día Internacional de la Mujer, es la primera vez que la actriz y cantante se revela entre el dolor. Antes ya había mencionado la relación, y sí, lo hizo de manera distinta. Pero ahora se hace como una denuncia para que no se nos olvide que él era mayor de edad y ella una menor.
¿Cuándo nos saltó la diferencia de edad? Nunca
Lo que sigue es evaluarnos como sociedad y darnos cuenta de lo normalizado que hasta hace poco teníamos una “relación” entre un hombre mayor y una niña. Ahora NO lo vamos a permitir, entonces tampoco permitamos que el abusador hable tan libremente de lo que sucedió, y abracemos a aquellas mujeres que alcen la voz.
“Me costó mucho dejarlo, él era un hombre poderoso en la industria; mi representante y mi productor”, agregó la artista para mostrar, una vez más, que lo sucedido implica reconocer el poder de un hombre que en este caso, se aprovechó de la vulnerabilidad de una menor de edad que quería perseguir una carrera.
Lo que hizo Sasha al hablar del tema es pura fortaleza. Las palabras vienen del coraje por ver a un hombre confesar sus crímenes porque sabe que no habrá consecuencias; de la sororidad para inspirar fuerza a otras mujeres; y de lo que nos hemos dicho tantas veces pero aún no nos creemos: no es nuestra culpa.
Porque así pasen 10, 20, 50 o 100 años, es una realidad que romper el silencio nunca es fácil, pero tampoco tarde. Sobre todo cuando el mensaje es para las generaciones de mujeres que deben saber, desde ahora, que no son “muy maduras para su edad”, y el tener a hombres mayores asediándolas no es más que el resultado de una cultura machista que normaliza la pedofilia.
“Si existiera algún tipo de paz detrás de compartir esta historia personal tan dolorosa, es la de darle fuerza a otras mujeres para que alcen la voz si viven en alguna situación de abuso”, reafirma Sasha Sokol en el mensaje que nos pone a pensar en la cantidad de abusos cometidos dentro de la industria televisiva y del entretenimiento en México, pero también de que se puede dar en cualquier entorno.
México, por los suelos en el cuidado de las y los menores
Para que se den na idea, de acuerdo con el PANORAMA ESTADÍSTICO DE LA VIOLENCIA CONTRA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES EN MÉXICO” de UNICEF, en México no suelen denunciarse casos de violencia (incluida la sexual, hostigamiento y acoso) por distintas razones como miedo al agresor, desconfianza en autoridades, desconocimiento de derechos, estigmatización y exposición pública. ¿En dónde queda el caso de Sasha entre la primera y la última?
Hemos de considerar que los distintos tipos de violencia en niños, niñas y adolescentes, se dan en nuestro país según la etapa de desarrollo. Por ejemplo, los descuidos y castigos corporales se manifiestan, regularmente, entre los 0 y 11 años. El homicidio se registra entre los 6 y 18 años. El tema de violencia sexual es el único que se da entre todas las edades, es decir, de 0 a 18 años.
México es el país número uno en abuso sexual de menores de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Muchos de los casos de violencia y abuso se dan entre las paredes de una casa cuando las víctimas viven entre sus agresores (familiares); se dan en los salones de clases cuando las víctimas confían en las figuras que les enseñan; y se dan en ambientes laborales con un agresor cargado de poder y ante la mirada pública.
No es un caso aislado. No sucede de vez en cuando. Las palabras de Sasha nos da esperanza para ver que cada vez más mujeres se atrevan a alzar la voz y recordar que sin importar si se trata de un “hombre que marcó generaciones”, ninguno, eventualmente, gozará del silencio de las mujeres.