¡Adiós al desastre! Si eres uno de esos que acumula cerros de ropa en el sillón en espera de que alguien se apiade y la doble por ti, tenemos buenas noticias, una de las innovaciones presentadas en el CES 2019, es para ti. Foldimate, hizo realidad el robot que dobla la ropa de forma automática, en menos de 5 minutos.
Olvídate de la tintorería, pues lo único que tienes que hacer, es colocar la prenda en la parte superior del robot que dobla la ropa y por sí sola, la doblará de tal manera que hasta parece planchada y la va apilando en su parte posterior. Quizá no sea muy conveniente para espacios pequeños, pues su forma rectangular de 1.20 cms.de altura y 70 de fondo, seguro te harán batallar, pero ante los maravillosos resultados bien vale la pena.
El robot que dobla la ropa, es una de las innovaciones para el hogar más esperadas en el “Consumer Electronics Show”, se viene hablando de él, desde hace un par de años, pero en la edición 2019, finalmente Foldimate lo hizo realidad.
Sus creadores aseguran que puede doblar hasta dos docenas de ropa en menos de cinco minutos, haciéndote la vida mucho más fácil, pues aunque tienes que estar pegado a él, colocando la ropa, te quedará tiempo suficiente para hacer otros quehaceres domésticos. Además, este robot no discrimina, es capaz de dolblar blusas, playeras, pantalones y todo tipo de ropa en tallas que van desde los seis años hasta tallas extra grandes.
No obstante, el robot que dobla la ropa, llegará al mercado después del segundo semestre del 2019, aún así, como es lo más cercano que podremos tener a ‘Acerina’ de los ‘SuperSónicos’, Foldimate ya cuenta con una lista de espera para cada región del mundo. Pero como todo lujo, tiene un precio, la compañía calcula que el precio de salida será al rededor de unos 980 dólares. ¿Quién dice yo?
FoldiMate Inc. es una empresa nueva con sede en California que se compromete a simplificar las tareas domésticas a través de la tecnología, la innovación y la robótica. El primer robot de la compañía, apuesta por la satisfacción de sus clientes al poner fin al tedioso quehacer de doblar la ropa.