La vida de México siempre ha dependido de los intereses políticos de un partido, pero nunca de las ideologías. Durante décadas, gobernó una sola fila de burócratas que jugaron (¿acaso todavía juegan?) con la derecha, izquierda y los ideales (y vida) de unos pocos que buscaron la democratización del poder en México.
Uno de ellos fue Luis Donaldo Colosio, quien en 1993, fue elegido como el candidato del Partido Revolucionario Institucional para la presidencia de México en el periodo de 1994 a 2000. En un momento de ruptura con su propio partido, a través de un discurso que rompió con la palabra establecida por el PRI durante sus 70 años de gobierno. El 6 de marzo de 1994, Colosio habló ante miles de personas durante su campaña:
“Me he encontrado con el México de los justos reclamos, de los antiguos agravios y de las nuevas demandas. El México de la esperanzas, el que exige respuestas, el que ya no puede esperar. Ese es el México que nos convoca hoy, el México que convoca mi consciencia… Me propongo encabezar un gobierno para responderle a todos los mexicanos, el cambio con rumbo y responsabilidad no puede esperar”.
Colosio se comprometió ese día con Chiapas y el levantamiento de los zapatistas, una promesa contraria a las acciones del gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Y ese es sólo un ejemplo de las ideas “contrarias” de Luis Donaldo frente a las del partido. Unos días después, el 23 de marzo de 1994 durante un mitin en Tijuana, una de las zonas fronterizas más peligrosas, Colosio fue asesinado.
Este 2019, se celebra el 25 aniversario luctuoso de Colosio. De este modo, Netflix liberó este viernes la primera temporada de la serie Historia de un crimen: Colosio, sobre los hechos alrededor de la candidatura de Luis Donaldo y los personajes que participaron en ella como los hermanos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Diana Laura Riojas y más.
Por acá les dejamos a los personajes clave para comprender Historia de un crimen: Colosio, la cual ya está disponible en Netflix:
Luis Donaldo Colosio Murrieta / Jorge A. Jiménez
Colosio nació en 1950 al norte de Sonora. Su padre, Luis Colosio Fernández, fue un miembro del PRI que llegó al Senado del país en representación de este partido. A finales de los 60, entró a las filas del PRI hasta ser presidente del partido durante cuatro años para luego formar parte del gabinete del expresidente Carlos Salinas de Gortari como secretario de Desarrollo Social.
En 1993, fue elegido como candidato a la presidencia, dejando de lado la candidatura más obvia del entonces jefe del departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho Solís. Junto a Diana Laura Riojas, tuvo dos hijos.
Diana Laura Riojas / Ilse Salas
Diana Laura se casó con Colosio en 1982 y juntos tuvieron dos hijos. Al igual que su esposo, se recibió como licenciada en Economía y trabajó en el gobierno. Falleció en noviembre de 1994, mismo año que Colosio, como consecuencia de un agresivo cáncer de páncreas. Su enfermedad no era un secreto, pero aún así apoyó la candidatura de Colosio en sus meses de campaña.
Después de la muerte del candidato, Diana Laura comenzó a investigar quiénes habían dado la orden de asesinar a su esposo, considerando primero a Manuel Camacho Solís (quien buscaba la candidatura a la presidencia), Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas (quien presidía la Compañía Nacional de Subsistencias Populares) y Ernesto Zedillo (secretario de Educación Pública con Salinas y jefe de campaña de Colosio).
Carlos Salinas de Gortari / Ari Brickman
Salinas fue presidente de México de 1988 a 1994, año en que se llevaron a acabo las últimas elecciones del siglo XX. Su participación en la vida política de México, y en el PRI, es conocida. De este modo, muchos aseguran que fue uno de los responsables directos de la muerte de Colosio, aunque nunca se ha aclarado el caso. Después de la muerte del candidato, las cosas se complicaron para el PRI.
Una de las “reglas” es que el candidato debe retirarse de su cargo público para comprometerse con la campaña, y nadie del gabinete de Salinas lo había hecho. El Partido Acción Nacional, se negó a darles más tiempo. Y así fue como surgió el nombre de Ernesto Zedillo, el único que había dejado su cargo de secretario de Educación Pública para ser el director de campaña de Colosio.
Ernesto Zedillo Ponce de León / Hernán del Riego
Durante la serie queda claro algo: el candidato sucesor de Colosio, tenía más probabilidades de ser el responsable de su muerte, pues todos los intereses estaban de por medio. Zedillo fue nombrado jefe de campaña de Colosio a finales de 1993, cuatro meses antes del asesinato.
Como mencionamos, el discurso de Colosio fue contrario a los intereses políticos y económicos de las grandes cabezas del PRI, y Zedillo nunca evitó esas palabras, las cuales desataron la furia de los famosos “dinosaurios” y empresarios como Raúl Salinas. Luis Colosio Fernández, aseguró en una entrevista que el mayor beneficiado fue Zedillo, y que la conclusión de un asesino solitario fue una decisión política, no real.
Mario Aburto Martínez / Jorge Guerrero
A finales de 2018, la PGR publicó el video completo del asesinato de Colosio en 1994 durante el mitin en Tijuana. Se ve una pistola en la cabeza del candidato mientras se escucha “La culebra”, canción que muchos suponen era la señal para el acto criminal. Fue llevado a Almoloya cuando “confesó” haber asesinado a Colosio y ser un Caballero Águila; sin embargo, tiempo después confesó que los torturaron en la playa para convertirse en asesino confeso. Poco se sabe del estado de Aburto desde que fue declarado culpable.
Muchas teorías han llevado a la conclusión de que Aburto fue un chivo expiatorio, y el asesino de Colosio fue asesinado después. Colosio recibió dos impactos de bala: uno en la cabeza del lado derecho y otro en el abdomen de lado izquierdo, y la posibilidad de que fueran dos armas de distinto calibre también ha quedado suspendida en el aire.
Aburto, de 23 años, fue condenado a 45 años de cárcel. Un año antes de la muerte de Colosio comenzó a trabajar en la maquiladora Cameros Magnéticos e incluso participó en un curso del IMSS en 1987, todo esto de acuerdo a los documentos revelados por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en el caso de Colosio.
Federico Benítez / Alberto Guerra
En el mitin no permitieron que la policía participara en la seguridad del evento. Uno de los más interesados en el caso de Colosio fue Federico Benítez, director de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, quien también fue asesinado en abril de 1994 de forma misteriosa.
Investigó a fondo el asesinato de Colosio y llegó a la conclusión de que se trató de un caso más grande del esperado, que hubo más implicados y asesinos (tres hombres distintos) que Aburto, el asesino solitario que “estaba harto del PRI”.