El cine mexicano no es bueno sólo cuando toca temas sobre la cruda realidad sociopolítica; sin embargo, son estas películas mexicanas las que más destacan en nuestra filmografía gracias a la capacidad de los directores (y también guionistas) de contar historias que nos hagan mirarnos directamente para reflexionar sobre las posibles soluciones.
Y es en esto en lo que nos basamos para crear un listado que, si bien no pretende calificar los filmes o ponerlos en un orden de importancia (pues cada uno ha generado un impacto cultural de cierta relevancia), sí quiere crear conversaciones en torno a lo que, como espectadores que somos, debemos ver para forjar un criterio que vaya más allá de los filmes que han inundado nuestro cine como los remakes anacrónicos y las comedias que pretenden apegarse a una fórmula que sólo funciona en Hollywood.
Para conversar sobre cine mexicano, les dejamos aquellas películasque impactaron a las audiencias nacionales e internacionales en los últimos 10 años, las nuevas propuestas, las que generaron mayor conversación y las que nos hacen, simplemente, amar el cine.
La libertad del diablo (2017)
En 2017, Everardo González estrenó La libertad del diablo, un documental que retrata las dos caras de la violencia: las víctimas y los victimarios. Actualmente, la situación es tan grave en relación a los grupos delictivos, que no podemos pensar en México sin la ola de violencia que día a día se vive, sobre todo desde hace una década en que se declaró, de manera oficial, la guerra contra el narco. Sin embargo, no podemos no pensar que la violencia siempre ha formado parte de la construcción social, política, económica de México.
La libertad del diablo es un documental que dialoga sobre este tema a partir de testimonios de víctimas directas de la violencia, aquellas que sufren las consecuencias, pero también las que la producen (y que al final, también se convierten en víctimas). Este trabajo fílmico, desde un perspectiva cruda pero real, nos muestra la manera en que algunas personas entran al círculo de la violencia como victimarios, pues se vieron obligados a hacerlo por fuerza o ignorancia. De este modo, La libertad del diablo sirve no sólo para dialogar alrededor de la violencia en el país, sino del concepto de humanidad que ha sido trastocado en México y en varias partes del mundo con destellos de violencia que obedecen a un mismo punto: el poder.
El infierno (2010)
Luis Estrada es uno de los directores más destacados, sobre todo desde el estreno en 1999 de La ley de Herodes (o te chingas o te jodes) en la que presentó una crítica abierta al sistema político mexicano definido por la corrupción y el enriquecimiento desmedido de las cúpulas más altas. Más de 10 años después, Estrada lanzó El infierno, una película que dio la vuelta al mundo por exhibir, con humor negro, la realidad del narcotráfico y sus implicados.
El infierno, protagonizada por Damián Alcázar, nos presenta a “El Benny”, un migrante que es deportado, así que vuelve a su pueblo cerca de la frontera después de 20 años. Cuando regresa, se encuentra con la cruda realidad: el narcotráfico ha tomado el control de todos, incluido la vida de su hermano, quien parece estaba involucrado en el cartel de la zona. La incursión del Benny en este mismo grupo, provoca una serie de tragedias que se definen por lo irónico de la situación el innegable humor mexicano.
Somos lo que hay (2010)
El cine de terror en México no ha crecido como otros géneros en nuestra filmografía. Sin embargo, hay películas que destacan no sólo por su propuesta narrativa, sino también por las historias que siguen. Y ese es el caso de Somos lo que hay de Jorge Michel Grau, un drama de 2010 que nos muestra a una familia de caníbales que ha sobrevivido a través del padre, quien repentinamente muere.
Después de esto, el hijo mayor deberá hacerse cargo de proveer a la familia los alimentos necesarios, pero se encuentra con un entorno mucho más agresivo, sobre todo para él que es un sujeto que no suele encajar en la sociedad. En esta cinta participan nombres conocidos como Francisco Barreiro, Paulina Gaitán, Carmen Beato, Daniel Giménez Cacho, entre otros.
El sueño del Mara’akame (2016)
En 2016, Federico Cecchetti presentó una película que navega entre lo documental y la ficción, y lo hace a partir del personaje de Neri, un adolescente que sueña con tocar con su banda en la Ciudad de México. Sin embargo, como hijo de un mara’akame (chamán huichol), su destino ya está definido, y es convertirse en un intérprete de los dioses que sane a su comunidad.
El sueño del Mara’akame es un homenaje a los huicholes, sus costumbres, tradiciones e historia. Se trata de un viaje iniciático en el que un adolescente, en busca de su sueño, descubre cuál es su lugar en el mundo. La película arranca como un documental que sigue a los huicholes en su descubrimiento de los dioses para luego dar paso a la “ficción” en la que Neri debe viajar a la CDMX con su padre, donde se encuentra con su inevitable destino.
Heli (2013)
Amat Escalante se llevó el premio a Mejor Director en el Festival de Cannes por Heli, una película que desagradó a un buen número de críticos por la presentación brutal de escenas de violencia que más allá de explotar una narrativa cruda y escalofriante, busca que el espectador (mexicanos o de cualquier lugar) se dé cuenta de lo que en realidad sucede en México: cómo las personas, pueblos enteros, no pueden elegir su futuro y se ven obligados a vivir o mirar esas atrocidades de nuestro entorno.
Heli es un hombre que trabaja como obrero, y vive con su padre, esposa, hijo y Estela, su hermana de 12 años que se enamora de un soldado (en entrenamiento). Este joven se aprovecha del amor de Estela, y le pide que esconda unos paquetes. Cuando Heli se da cuenta o los desecha, comienza un círculo de violencia que refleja cómo algunos no tienen escapatoria, y otros de convierten en individuos sin la mínima calidad humana.
Las niñas bien (2019)
El cine mexicano suele presentar la terrible realidad de las sociedades mexicanas, sobre todo de aquellas que se encuentran en situación de crisis. Por eso, resulta interesante ver el extremo de esto: la realidad de las clases altas en México. Así es como llega a esta lista Las niñas bien de Alejandra Márquez Abella, basada en la obra de Guadalupe Loaeza. Acá conocemos a cuatro mujeres ricas del México de finales de los 70 y principios de los 80, quienes enfrentan la crisis económica dentro de la gestión de José López Portillo.
Sofía, una mujer sumamente adinerada, descubre una realidad cuando su familia cae en crisis. Las niñas mal no es una comedia (algo que solemos ver en nuestro cine en relación a las clases altas), sino un retrato personal que, además, presenta la perspectiva de aquellas mujeres que sólo se limitaban a ir al spa, comprar ropa y organizar fiestas: las niñas bien de la época.
Cómprame un revólver (2018)
En México, el miedo se ha convertido en una forma de supervivencia, pero también una realidad de todos los días como consecuencia de los actos de violencia de los carteles de narcotráfico. Por eso, es necesario hablar de ello desde el cine y abordar todas las perspectivas: hombres, mujeres, niños y niñas, sobre todo estos últimos. Cómprame un revólver es un drama de extrema crudeza, de Julio Hernández Cordón, que nos muestra la “vida” de Huck, una niña de 10 años que vive con su papá, quien cuida de un campo de béisbol para que algunos sicarios vayan a jugar.
Huck está encadenada dentro de la casa, para evitar que salga, y cuando sale, debe usar una máscara, cortarse el cabello y vestirse como niño para evitar que los criminales se la lleven al igual que a su madre y hermana. Junto a Huck aparece un grupo de niños “perdidos”, algunos huérfanos, que luchan para vengarse de esas personas malas que, sin darse ellos cuenta, les han arrebatado su inocencia e infancia. La película fue filmada en Sonora en escenarios que acentúan la desolación y falta de esperanza de la situación.
Sueño en otro idioma (2018)
Suele ser interesante cuando una película plantea como personaje no a una persona, incluso un ser vivo, y ese es el caso de Sueño en otro idioma de Ernesto Contreras, la cual presenta como un personaje en desarrollo (de hecho, al final de su “vida”) una lengua que está a punto de morir. Así es como conocemos a Evaristo e Isauro, los únicos dos hablantes que quedan de zikril, pero que desde hace mucho años, no se dirigen la palabra.
La película también tiene como protagonista a Martín, un lingüista que quiere aprender esta lengua antes de que muera. Así que comienza a aprenderlo de sus partes, motivando a los implicados a que platiquen. En el proceso, descubrimos que Evaristo e Isauro eran mejores amigos, y que al parecer, dejaron de hablarse por el amor hacia una misma mujer. Sin embargo, nos damos cuenta que sus diferencias no están relacionadas a esta idea, sino la del amor mismo y la libertad.
ROMA (2018)
ROMA es, quizá, una de las películas mexicanas más destacadas a nivel internacional. Alfonso Cuarón, gracias a su trabajo en producciones anteriores que le valieron el reconocimiento de la Academia (Gravity), regresó a México para filmar una película que primero fue descrita como biográfica, pero que en realidad utiliza de pretexto la infancia del director para mostrar el personaje central: Cleo, basado en Liboria Rodríguez, quien fue la nada y segunda madre de Alfonso.
ROMA se llevó un número considerable de nominaciones en los Oscar, resaltando el trabajo del director en la fotografía, la cual se realizó en blanco y negro, el cual nos lleva a un trabajo de la memoria tanto de Cuarón como de Libo, a quien llegamos a conocer en un retrato íntimo sobre la feminidad, el lugar de las mujeres indígenas en la década de los 70, y el contexto sociopolítico en el que creció el director.
Bellas de noche (2018)
María José Cuevas hizo un viaje al pasado para recuperar las historias de aquellas mujeres que alguna vez, encarnaron la imagen de lo bello, exótico y pasional, las vedettes. Después de décadas de que su figura se ahogó en algunos preceptos morales, todas las mujeres de esa época como Wanda Seux, Lyn May, Princesa Yamal, Olga Breeskin, reviven las glorias de su pasado y describen a la sociedad que las vio nacer, pero que también permitió que se apagaran.
El título de este documental, Bellas de noche, recupera el nombre de la primera película de ficheras (1975), muestra, como mencionamos, las glorias de las que fueron protagonistas hace más de 30 años frente a la decadencia que han de enfrentar no sólo por la pobreza económica, sino también el dolor del olvido: escribiendo libros, predicando la palabra de Dios, superando un cáncer, cuidando de su viejo esposo, todas viven una vida distinta que no se esperaban cuando se subían al escenario de un cabaret lleno de excesos y admiración por su belleza.
Güeros (2014)
Alonso Ruizpalacios se llevó el aplauso de la crítica en Berlín cuando presentó Güeros en 2014. De ahí, si no es que antes, se paseó por varios festivales internacionales que le ayudaron a armar una reputación que rindió frutos cuando llegó a su país, México. Este filme nos presenta a Tomás y su hermano conocido como “Sombra”, quienes emprenden la búsqueda de un tal Epigmenio Cruz, un roquero que supuestamente conmovió hasta las lágrimas a Bob Dylan (al menos eso cuenta la leyenda y al menos eso le dijeron a Tomás, quien se obsesiona con buscarlo considerando que era el músico favorito de su padre).
Filmada en blanco y negro, esta cinta hace un recorrido por algunos lugares si bien no icónicos, si representativos de la Ciudad de México, y no por estar presentes en algún suceso importante de la capital, sino por mostrar la cotidianidad de una de las ciudades más grandes del mundo.
Las elegidas (2015)
En su crítica de Las elegidas, el segundo largometraje de David Pablos, Fernanda Solórzano apunta a que esta es una buena película no por la trama que decidió presentar en la pantalla, es decir, la trata de blancas y la esclavitud sexual, sino por el hecho de que el director sabe contar historias sin importar si éstas hacen una críticas social o política. Las elegidas nos presenta a Sofía y Ulises, una pareja de jóvenes que vive en Tijuana. Ella es blanca de ojos claros y él es moreno, lo que los hace destacar de entre los demás.
Ulises es obligado, por su familia, a entrar al negocio de la trata de blancas. De este modo, por su imagen y por el simple hecho de ser mujer, Sofía se convierte en víctima de la esclavitud sexual y de los horrores que ella y otras mujeres han de vivir. Como apunta la misma crítica, esta cinta potencia lo desgarrador de su historia con los escenarios, los encuadres y la existencia de un guión que no pretende hacer más trágica una historia que por sí misma lo es.
Hasta los dientes (2018)
El 19 de marzo de 2010, dos presuntos sicarios fueron abatidos por miembros del ejército. Este evento fue uno de los resultados exitosos de la lucha contra el narcotráfico que arrancó con Felipe Calderón; sin embargo, no se trataba de dos criminales de alto peligros, sino estudiantes que estaban en el momento equivocado (como suele suceder en México).
Los estudiantes recibieron disparos a quemarropa, a menos de un metro de distancia donde los militares pudieron darse cuenta que no estaban armados “hasta los dientes” como se había notificado. Alberto Arnaut realizó una reconstrucción de los hechos “oficiales” del Ejército y lo que en realidad sucedió: ejecución extrajudicial de dos civiles en Monterrey, dos estudiantes. ¿Qué sucedió?, ¿cómo es la búsqueda de justicia en estos casos?, ¿qué sucede con los familiares de las víctimas?, ¿cómo enfrentas a los responsables? Todas estas preguntas, sin una respuesta concreta, son la base de este documental.
Te prometo anarquía (2015)
Julio Hernández Cordón se dio a la tarea de reflexionar sobre la amistad y el amor en Te prometo anarquía, un drama ambientado en la Ciudad de México donde se hacen presentes Miguel y Johnny, dos amigos y amantes (uno antes del otro y viceversa) que patinan en algunos puntos de la capital mexicana. Ambos se conocen gracias a sus madres: la madre de uno de ellos, trabaja como ayudante doméstica de la otra.
Para ganar un poco de dinero, Miguel y Johnny venden sangre en el mercado negro, y cuando una de estas ventas sale mal, su vida da un giro de 180 grados para mal, al grado de que uno de ellos debe salir del país para protegerse, enfrentándose a una nueva realidad lejos de todo lo que conoce.
La jaula de oro (2013)
El primer largometraje de Diego Quemada-Díez, el cual se proyectó en Cannes, se retratan las atrocidades de un viaje que no tiene vuelta atrás, y no necesariamente física, sino emocional y cultural: el paso de los migrantes. Miles de mexicanos, entre ellos un número considerable de indígenas, se mueven por todo el país con el objetivo de llegar a la frontera de México con Estados Unidos y vivir el sueño americano, y a ellos se le suman otros miles más de centroamericanos que no sólo se enfrentan a los peligros de un país como el nuestro, sino a otros elementos de violencia que surgen a partir de la discriminación y el miedo.
En La jaula de oro conocemos a Juan, Chauk y Sara, unos jóvenes que atraviesan el país en La Bestia, enfrentándose a los distintos peligros tanto para hombres y mujeres, quienes saben que en su recorrido habrán algunas tragedias como violaciones y muerte.