Desde hace algunos años, la animación para adultos se ha convertido en protagonista de este rubro, gracias a increíbles series que han aparecido con el paso del tiempo como Los Simpson, Family Guy, Beavis and Butt-head, Daria, Futurama, South Park y recientemente BoJack Horseman, Big Mouth y más. Pero no tendríamos ninguna de ellas sin una serie animada que se estrenó hace exactamente 60 años, Los Picapiedra.
En la década de los 60, Hanna-Barbera era la empresa productora de dibujos animados más importante de Estados Unidos, gracias a los enorme personajes que presentaron y que más tarde se convirtieron en iconos de la cultura popular. Sin embargo, lo que lograron con Pedro, Vilma, Betty, Pablo, Bam-Bam, Pebbles y Dino fue tan importante, que marcó a más de seis generaciones, mostrándonos problemáticas que para ser exactos, no eran específicamente para niños.
Los inicios de Hanna-Barbera
William Hanna y Joseph Barbera comenzaron a trabajar juntos en el estudio de animación de la Metro-Goldwyn-Mayer en 1939. Su primer tarea como directores fue el crear un cortometraje animado titulado Puss Gets the Boot (1940), que sirvió como la primera aparición de los personajes Tom y Jerry. Después de presentar varios proyectos exitosos y tras una racha en la que Hanna y Barbera ganaron ocho premios Oscar, MGM cerró su estudio de animación en 1957.
Sin embargo, ambos animadores no se dieron por vencidos y en ese mismo año retomaron una compañía que habían creado antes junto al director George Sidney. Es por eso que contrataron a la mayoría de los empleados de MGM para H-B Enterprises, con la cual se especializaron en animación para televisión y comenzaron a despuntar de entre la competencia, hasta que cambiaron su nombre a Hanna-Barbera Productions, y se convirtieron en un líder dentro de la producción de caricaturas.
Llegan ‘Los Picapiedra’ a nuestras vidas
Para finales de los 50 e inicios de los 60, Hannah-Barbera fue el primer estudio de animación en crear exitosamente dibujos animados para televisión, pues hasta entonces, en este medio se limitaban a retransmitir cortos animados del cine. Además, sus ideas eran ambiciosas, pues muchas de sus series animadas fueron producidas para las horas de mayor audiencia, que no eran precisamente cuando los niños estaban frente al televisor.
Así fueron apareciendo grandes personajes como The Huckleberry Hound Show (y su spin-off, The Yogi Bear Show), Tiro Loco McGraw, Don Gato, Jonny Quest, y Los Supersónicos, aunque cambiarían por completo la historia de animación con Los Picapiedra (o The Flinstones), una serie que se alejaba por completo de todas estas historias, pues en ella trataban de tocar temas que no eran simplemente para hacer reír, iban más allá de lo evidente.
Esta caricatura fue el reflejo de la sociedad americana de los 60
El 30 de septiembre de 1960, se transmitió el primer episodio de esta peculiar serie animada, la cual tenía como protagonistas a dos parejas de cavernícolas, Pedro y Vilma Picapiedra, y Pablo y Betty Mármol; quienes vivían en la ciudad de Piedradura, en una versión ficticia de la Edad de Piedra con una sociedad idéntica a la de los Estados Unidos a mediados del siglo XX, clavándose en la clase media y trabajadora.
Esto lo podemos ver muy claro en la relación de Pedro y Pablo, con sus salidas al campo, parrilladas en el jardín, juegos de boliche y un vehículo primitivo, actividades con las cuales buscaban llenar ese vacío emocional al terminar una enorme jornada laboral trabajando como obreros. Pero también es evidente en sus sufridas esposas, Betty y Vilma, quienes tenían que aguantar las ideas de Pedro y la complicidad obligatoria de Pablo, quien siempre le seguía la corriente en todos sus planes.
Algo fascinante de Los Picapiedra –y así como lo hicieron Los Supersónicos– fueron los objetos que había en la serie. Acá podíamos ver a los personajes conviviendo con animales prehistóricos como los dinosaurios, los tigres dientes de sable, los mamuts y más, quienes además de ser mascotas de los humanos, sustituían a los aparatos eléctricos como aspiradoras, cámaras fotográficas y más, aunque casi siempre se quejaban del trabajo que realizaban.
Por otro lado, esta caricatura fue la primera en presentar personajes de la cultura popular, como artistas de moda, músicos, actores, directores y personalidades de la televisión. En algunos capítulos tuvimos chance de ver cameos de Rock Hudson, Cary Grant, Tony Curtis, Ed Sullivan y hasta del gran Alfred Hitchcock, a quienes les cambiaban el nombre y el apellido para que encajaran dentro de esta extraña Edad de Piedra.
La serie animada que no era para niños
A pesar de tratarse de una ficción de animación, Los Picapiedra incluían en sus episodios temas dirigidos al público adulto y que quizá cuando éramos pequeños no los notábamos. Para que se den una idea, nos hablaron de los conflictos laborales, la maternidad (en el caso de los Picapiedra), las siempre complejas relaciones entre suegros y yernos (caso de Pedro con la mamá de Vilma), la adicción a las apuestas de Pedro, el consumismo desenfrenado de Vilma y Betty, y más.
Pero quizá el tema más delicado de todos fue la infertilidad, por la que los Mármol deciden adoptar un niño huérfano, el pequeño Bam-Bam al no poder tener uno por sí mismos. Y aunque en estos momentos nos suena ridículo, también causaron controversia al mostrar sin ningún tipo de censura a Pedro y Vilma juntos en una cama, convirtiéndose en la primera pareja televisiva animada en hacer esto.
Eso sin contar la publicidad que hicieron en sus primeros años a la marca de cigarrillos Winston, donde podíamos ver a Pablo y Pedro fumando y promocionando sus productos. Qu aunque muchas personas en internet hicieron teorías de conspiración al respecto, tenemos que recordar que desde un principio Los Picapiedra estaban enfocados hacia los adultos, pero como los niños los veían los sábados por la mañana decidieron retirar estos anuncios.
‘Los Picapiedra’ se convirtieron en iconos de la cultura pop
Más allá de las temáticas que mostraban en cada uno de los capítulos, la serie logró colarse en el gusto no sólo del público estadounidense, también del resto del mundo –incluido México-, pues rompió récords muy importantes. Tuvo 10 especiales, más de 7 películas animadas, dos cintas live action, cómics y mucho más. Además, fue la serie animada más larga por mucho tiempo, desde su cancelación en 1966, hasta 1997, año en que la serie fue superada por la familia amarilla más importante de la historia, Los Simpson.
Sin duda, Los Picapiedra estaban adelantados a su época, mostrándonos la vida y los problemas normales de dos familias de clase baja-media. Revolucionaron por completo la forma en que era vista la animación en la década de los 60, que por aquel entonces era vinculada directamente para niños, demostrándonos que sí se podían crear a través de dibujitos, historias interesantes y maduras para toda clase de público. Y como diría Pedro: ¡Yabba-dabba doo!