Después de algunos cambios de fecha para su estreno, finalmente ha llegado In the Heights a a salas de cine en México y el resto del mundo. En el mundo de los musicales, era una de las cintas más esperadas al tener el nombre de Lin-Manuel Miranda, el genio detrás de Hamilton.
Miranda escribió el guion para la obra musical hace más de 20 años cuando el artista puertorriqueño tenía apenas 19 años. Sus intenciones era darle una historia en escena a una comunidad que ha tenido poco espacio en Broadway. Unos años después, logró llegar a los escenarios con críticas positivas hacia su trabajo. El siguiente paso parecía obvio: una adaptación a la pantalla grande.
Después de 16 años, Miranda dio el sí y trajo a la pantalla la historia de Usnavi de la Vega, un joven que vive en Washington Heights en Manhattan donde hay una mayoría hispana/latina. El protagonista, el cual se hace cargo de una tienda, se enfrenta a una decisión que podría cambiar su vida: cerrar su negocio para irse a República Dominicana después de que se entera que su abuela le dejó una herencia.
El estreno ha llegado con algunas críticas negativas en relación a un término del que poco sabemos: el colorismo. El mismo Lin-Manuel Miranda ha respondido ante estas críticas al agradecer las opiniones honestas, tomando nota para no repetir los mismos errores en futuros proyectos.
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— Lin-Manuel Miranda (@Lin_Manuel) June 14, 2021
¿Pero qué es colorismo, cuál es su relación con la latinidad y por qué In the Heights está en medio de esto?
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Poca representación de latin@s en el cine
La poca o nula representación de grupos marginados en el cine, es una conversación que había quedado pendiente desde hace muchos años. Poco a poco, se han procurado acercamientos sobre el tema para reconocer, primero, que se trata de un problema relacionado directamente con el racismo y la discriminación.
A partir de aquí, se han revelado varios puntos que valen la pena explorar; sin embargo, el común denominador o la base del problema se encuentra en la falta de representación detrás y frente a las cámaras por temas de racismo (afrodescendientes o indígenas, por ejemplo) y discriminación (comunidad LGBT o personas con alguna discapacidad, por ejemplo).
La comunidad latina ha sido una de las más afectadas en cuanto a la representación en la pantalla. De acuerdo con la USC Annenberg de la Universidad de la Universidad del Sur de California, 3 por ciento de las 100 películas más taquilleras que se estrenaron de 2007 a 2018, tenían un protagonista o coprotagonista latin@.
Un análisis de 2019 reveló que l@s latin@s fueron el grupo racial y étnico con menor representación en la pantalla. Y ni se diga de la falta de presencia latina en la dirección, producción, y demás aspectos que conforman un filme detrás de la cámara.
Al menos 18 por ciento de la población de Estados Unidos, está conformada por latin@s. Esto es gravísimo porque además, las y los latinos suelen ser representados bajo estereotipos que son, precisamente, racistas y discriminatorios: pobreza y criminalidad.
Una película como In the Heights, será siempre bienvenida por presentar en su elenco una mayoría latina que deja de lado los estereotipos de la comunidad que tanto daño han hecho. Pocas veces se celebran las raíces latinas en el cine, pues suelen criminalizarse o se minimizan para ampliar el desarrollo de los personajes principales y sus propios orígenes.
Sin embargo, hay un concepto del que se ha hablado con el estreno de In the Heights: el colorismo.
¿Qué es el colorismo?
El colorismo es un concepto bastante complejo. El término nació en 1983 cuando Alice Walker, una mujer afroamericana, lo describió como “tratamiento preferencial para la gente de la misma raza basado únicamente en su color de piel“. Con el tiempo, el colorismo se ha ampliado y no sólo hace referencia a la piel, sino al cabello, color de ojos, y tamaño de la nariz y los labios.
En resumen, el colorismo es cuando se hace distinción entre miembros de un mismo grupo marginado por una de sus características físicas como el color de piel: entre más claro sea el color, aunque la piel sea morena o negra, es “mejor”. Lupita Nyong’o, después de publicar un libro para niñ@s, dijo que sufrió de colorismo en su natal Kenia: Éramos una sociedad predominantemente negra, pero igual se obedecía a los estándares de belleza eurocéntricos.
En cuanto a l@s latin@s en el cine, la realidad es que el colorismo se ha hecho presente. Para que se den una idea, según el mismo reporte de la USC Annenberg, 17 mujeres protagonizaron o coprotagonizaron esas 100 producciones… y 5 de esas 17 producciones, tuvieron a Cameron Diaz como principal.
Cameron Diaz es una mujer blanca y rubia con ascendencia cubana y española, lo que apunta a falta de representación de la enorme variedad de latinas que hay no sólo como parte de la población de Estados Unidos, sino en general.
In the Heights, mencionamos, tiene un elenco integrado en su mayoría por latin@s, pero lo que sucede es que se quedó atrás con la representación de la latinidad. ¿Dónde está la variedad de la comunidad como los afrolatinos o los indígenas? Sí, hay afrodescendientes entre los extras, ¿pero por qué no en los papeles principales?
Esta es la razón por la que In the Heights ha sido señalada como una película realmente abrumadora en cuanto al colorismo, el cual ha sido denominado como una variante del racismo: sí, nos representamos sin necesidad de whitewashing, pero atendemos los estereotipos de belleza y sociales al integrar protagonistas con piel más blanca o negando el protagonismo a los afro e indígenas.
La latinidad en todas sus formas
Hace un par de años hubo una controversia en relación a Rosalía y una ceremonia de premiación. La cantante catalana ganó en la categoría de Mejor video latino en los MTV Video Music Awards. Algun@s usuari@s apuntaron a que era un error que una artista europea se llevara un categoría latina.
De este lado, quizá, podamos entender la diferencia entre latin@s e hispan@s; sin embargo, para Estados Unidos son prácticamente lo mismo: ambos términos se utilizan para definir a los grupos de mexicano-estadounidenses, puertorriqueños y otras comunidades que tengan sus raíces en países donde se habla español.
Esto no sólo supone un tema para las ceremonias de premiación en la industria de la música, sino para aquel 18 por ciento de la población en EUA. Primero, sí, 18 por ciento de los estadounidenses son de origen latino/hispano, pero hay una enorme variedad de ascendencias que no sólo atienden al nombre del país, sino a las comunidades dentro de los mismos países.
Hablar únicamente de latinos o hispanos, es reducir una comunidad enorme que desde hace décadas ha intentado identificarse más allá del idioma. Por lo que la comunidad latina es sumamente amplia y no se ha representado, en la pantalla, en ninguna de sus formas. Sólo una: la mujer y el hombre latino que habla inglés con algunas palabras en español.
In the Heights es todo un logro, pero sí es necesario señalar la falta de representación de la latinidad. Es bueno que se señale el colorismo porque es una realidad escondida y de la que poco se ha hablado, peor igual es momento de analizar y reflexionar sobre cómo se puede y debe aumentar la representación de grupos marginados dejando de lado juicios raciales y dinámicas de discriminación dentro y fuera de Estados Unidos.
Entrevista con Melissa Barrera
Tuvimos oportunidad de platicar con la actriz mexicana Melissa Barrera, protagonista de In the Heights, sobre su personaje de Vanessa, el trabajo dentro de un filme musical, la presencia de Lin-Manuel Miranda y todos los retos que supone una producción como esta. Acá se las dejamos completa: