“Confiamos en que el tiempo se mueve de forma lineal, que avanza siempre y de modo constante hacia el infinito, pero la distinción entre pasado, presente y futuro no es más que una ilusión”. Con esta línea introductoria abre Dark, una de las series que compite por ser una de las mejores del año.
Durante todo el 2017, el extenso mundo de Netflix nos trajo grandes series estadounidenses, inglesas, y mexicanas, por mencionar algunas, para ganarse el corazón de los espectadores; esta vez le dio oportunidad a Alemania, siendo esta la primera serie original de Netflix de dicho país europeo. Dark llega a explorar las relaciones humanas, la ciencia ficción y una ilusión persistente de que nada es real, pero al mismo tiempo sí lo es.
Todo comienza en Winden, un pueblo pequeño de Alemania en el que nunca pasa nada, hasta que la desaparición de un niño desata que una serie de eventos extraños comiencen a ocurrir, sin ninguna explicación razonable… ¿o sí? Capítulo por capítulo descubres la relación de cuatro familias en presente, pasado y futuro.
He leído (y quien ya vio las dos series estará de acuerdo conmigo) ciertas similitudes entre Dark y Stranger Things, pero definitivamente no van de la mano. Hay ciertos puntos en común: pueblos pequeños, desapariciones, y referencias de los 80, pero hasta ahí. Es muy importante que quien quiera adentrarse en el mundo de Dark no la vea con los mismos ojos que con los que vio la exitosa serie de los hermanos Duffer.
Dark es sumamente lúgubre, los tonos que utilizan durante cada escena son fríos: la lluvia, la noche y el bosque se vuelven elementos clave en los diez capítulos de esta primera temporada. El guión es impecable, la excelente fotografía compuesta de paisajes siniestros y oscuros hace que no quieras dejar de verla nunca.
La banda sonora, una de las joyas de las serie, pues corre a cargo del músico australiano Ben Frost, y el majestuoso intro va por parte de Apparat, quien le regresó la vida a “Goodbye” del 2011.
La maravillosa Dark llega a nuestras vidas mostrando lo grande que puede ser una serie de televisión sin llegar a ser comercial, logra tener identidad propia desde el primer capítulo pues es muy profunda y tiene la capacidad de hacernos reflexionar como seres humanos las conexiones que tenemos con cada uno de nuestros conocidos, que todo tiene una razón de ser, cada acción tomada desencadena una serie de hechos que afectarán el presente, futuro y claro, pasado. TODO está conectado.
¿La recomiendo? Definitivamente. Queda prohibido parpadear, o pierdes el hilo de la situación en un momento. La narrativa se mantiene en buen nivel de principio a fin, sin embargo tienes que prestar mucha atención en todos los elementos para que no se vuelva confusa.
Acá te dejamos un detrás de cámaras bastante interesante:
Qué gusto encontrarnos con una propuesta como Dark, siempre te quedarás con ganas de más.