Desde que surgió el cine se intentó hacer que la imagen estuviera acompañada de los sonidos para darle una nueva experiencia al público, hubo algunos experimentos pero que no tuvieron el éxito esperado. Fue hasta 1927 con el estreno de El cantante de jazz cuando nació como tal las películas con sonido y tres años más tarde la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas comenzó a premiar el trabajo hecho en este rubro.
Dentro las categorías que la Academia considera para los Oscar se encuentran dos que particularmente nos dejan con dudas: edición de sonido y mezcla de sonido. Este año la contienda está bastante reñida en este aspecto, pues hay cintas que supieron aprovechar los medios que tenían y se valieron de este recurso para darle más profundidad, emotividad y sorpresa a la hora de llevar a la pantalla grande historias como Ford v Ferrari, Joker, 1917, Once Upon a Time in… Hollywood, Star Wars: The Rise of Skywalker y Ad Astra.
Sabemos que es muy confuso entender de qué van (porque básicamente las dos son nominaciones por el mejor uso del sonido), es por eso que por acá les contamos las principales diferencias entre cada una para que puedan escuchar cada uno de estos aspectos y elijan a sus favoritos para la ceremonia que se celebrará el próximo 9 de febrero en Los Ángeles, California.
Para empezar debemos comprender que estos dos puntos van de la mano, son parte de todo un proceso y que no se pueden separar como tal, aunque la Academia las premie individualmente, jiar jiar. El sonido debe ser parte de la historia, desde que se escribe en el guión hasta que se proyecta en los cines y tiene que ayudar a transmitir las emociones necesarias para que el espectador pueda terminar de comprender la intención de la película.
El diseñador sonoro, Walter Murch –ganador del Oscar a Mejor Sonido en dos ocasiones por Apocalypse Now y The English Patient–, define muy bien las características principales entre ambas categorías: “la edición es más acerca de la estrategia, cómo es el paisaje donde estaremos teniendo una batalla, y la mezcla es cómo exactamente vamos a lograr todo esto”.
Edición de sonido
Comencemos por la edición o montaje, este se refiere a la grabación y creación de sonidos básicos para la película. Aquí van desde los diálogos de los actores hasta técnicas como el foley, que se encarga de recrear sonidos que se pierden en la grabación directa como los pasos de una actriz o la manipulación de objetos. En este proceso también incluyen la creación de sonidos que no existen en la vida real, como el del sable láser o el ruido de los wookies en Star Wars.
Un ejemplo claro de una gran edición de sonido es Jurassic Park, pues allí se grabaron y manipularon los sonidos de varios animales entre ellos un elefante bebé, tigre, cocodrilo, una serpiente de cascabel, tortuga, halcón y demás para darle voz propia a los dinosaurios.
Mezcla de sonido
Una vez que terminó la etapa anterior, ahora sí es momento de pasar a la mezcla de sonido. La ‘mezcla’ se refiere al proceso al proceso de ajustar todas las capas sonoras que hay en una película como diálogos, música, efectos, absolutamente todo lo que suena. El trabajo aquí es combinar esos elementos para poder crear un verdadero universo sonoro que cumpla con las exigencias de la cinta, pueden hacer que una escena suene silenciosa (aunque suene bastante raro) hasta algo muuuy ruidoso.
Y no solo eso, sino que también resaltan un sonido en particular para darle énfasis a una sensación o al revés, que la conversación entre los protagonistas apenas se escuche y se mezcle con el ruido que hay en el ambiente. A veces es la combinación de todos entrando y saliendo para generar atmósferas impactantes, la muestra perfecta de este último punto es el trabajo que el mismo Murch hizo en la escena inicial de Apocalypse Now, mostrándonos la devastación de la Guerra de Vietnam mientras suenan de fondo “The End” de los Doors y las aspas de helicóptero.
La mezcla de sonido es particularmente importante en películas que dependen de interpretaciones musicales, pues así como en la grabación de un disco es importante encontrar un balance casi perfecto entre la voz de un cantante y el sonido de una guitarra, con el único fin de que todo luzca. En Whiplash podemos entender mejor este concepto, pues escuchamos cómo los sonidos, tanto el de la batería como las trompetas y los diálogos van subiendo de intensidad para hacernos sentir tensión y muchísimo estrés.
Ya para terminar y para dejar bien claro el punto de que no se puede entender la edición de sonido sin la mezcla de sonido y viceversa, les dejamos una escena de Baby Driver donde ambos trabajan mano a mano logrando un nivel de sincronización visual y sonoro casi perfecto.