En un país tan controlado como lo es China, el gobierno ha encontrado la manera de evitar que los estudiantes se vayan de pinta. Se trata de unos uniformes inteligentes que están equipados con chips de rastreo, de tal forma que permite a las escuelas monitorear la entrada y salida de los alumnos y a los padres de familia, saber dónde están sus hijos en todo momento. Un dispositivo que bien podría ser adaptado como medida de prevención en las ciudades más inseguras del mundo.
Este sistema anti-pintas, se ha venido estableciendo desde el 2016, y hasta el momento, los uniformes inteligentes se han probado en diez escuelas entre la provincia Guizhou y la región de Guangxi Zhuang, pero se espera que esta medida se expanda a todas las escuelas del país gradualmente.
De acuerdo con Guizhou Guanyu Technology Company, los responsables de la fabricación de estos uniformes, cada uniforme inteligente, es resistente a temperaturas de hasta 150ºC y aguanta unas 500 lavadas. Cuenta con dos chips en los hombros que rastrea la hora que los estudiantes entran y salen del colegio, esto, apoyándose en una cámara de reconocimiento facial, lo que permite que los alumnos no hagan trampa y apliquen el viejo truco de cambiar de pertenencias, para pasar desapercibidos.
El fabricante, asegura que “respeta y protege los derechos de los menores” en tanto que director de una de las escuelas que utiliza los uniformes, dice que en particular, su colegio decide no rastrear los estudiantes cuando ya se han salido de la institución. “Decidimos no mirar la ubicación de los estudiantes después de la escuela, pero cuando un estudiante está ausente y no está acudiendo a clase, los uniformes nos ayudan a encontrarlo”.
