No importa cuántos actores interpreten a Batman en el cine y la televisión, porque nosotros siempre tendremos a la versión de Adam West cerca de nuestro corazón. Tal vez no era el más musculoso, sigiloso e inteligente; mucho menos el más intimidante y habilidoso, pero sin duda uno de los más populares y carismáticos que han existido en la historia del personaje.

Sus fans más antiguos saben que es una buena ocasión para recordarlo, así como a todas las aventuras que los mantuvieron frente a la tele en muchas ocasiones.

¡Jefazo!

No vamos a escribir su biografía ni a mencionar sus frases más celebres, porque eso es aburrido y a él no le hubiera gustado. Mejor nos enfocaremos en los momentos más geniales que tuvo durante la emisión de su serie, sobre todo los que aún en esta época son capaces de doblarnos de la risa.

Al parecer, el Bati-West era un excelente flautista. Ni siquiera Christian Bale, Michael Keaton o el mismo Ben Affleck, hubieran podido liberar a Gotham de la amenaza proveniente de cientos de ratoncitos mecánicos.

¿Quién es capaz de salvar al murciélago cuando está en problemas? Obviamente los pájaros. Sus habilidades naturales para reventar globos ayudaron a que Batman y Robin se libraran de lo que parecía una muerte segura… o algo así.

Así es, señoras y señores; en una ocasión, Adam West sacó un Bati-mata moscas y exhibió su tremendo talento en esgrima, abatiendo así a unas sabandijas genéticamente alteradas por el Pingüino. Eso nos deja preguntándonos si existió un artefacto que el enmascarado no tuviera para cada ocasión.

Si algo aprendimos de aquel Caballero de la Noche de 1966, es que siempre tenía todo calculado. Aún cuando sus enemigos lo hacían volar por los aires, siempre tenía un plan para salir de cualquier situación sin un rasguño.

Uno no podía llamarse a sí mismo el superhéroe más genial de todos los tiempos sin saber surfear. Era natural que Batman y el Guasón montaran olas en uno de sus tantos duelos, sin importar que hubiesen tiburones cerca.

Y hablando de tiburones, quizá una de las escenas más icónicas de West fue aquella en la que uno lo atacó en el mar. Por fortuna siempre cargaba con su Bati-spray contra criaturas acuáticas, ya que las cachetadas guajoloteras no parecieron ser muy efectivas.

Cuando las herramientas no eran capaces de poner a sus enemigos en su lugar, sólo hacía falta que West se pusiera unos guantes y arreglara todo a base de Bati-guamazos. Sólo observen al enmascarado en su legendario encuentro contra el Acertijo.

Al ser un guerrero valiente y audaz, Batman no se dejaba intimidar por un tigre o dos. Vamos, el sujeto poseía los artículos que le permitían eludir cualquier problema.

Como cualquier ser humano, el Batman de West también solía echarse una que otra copa. De hecho, hubo una ocasión en la que los policías le dijeron que no podía conducir tomado y hasta le pidieron sus llaves.

Para cerrar esta maravillosa lista, dejaremos uno de los elementos más fantásticos de este amado murciélago. En los años 60, uno no podía combatir el crimen y lucir mallas así nada más, porque también tenía que rifarse con el Bati-twist.

Sin importar que ya no esté, el señor Adam West siempre combatirá a los malos en nuestros recuerdos. ¡Veamos algunos episodios de su serie para honrar su memoria!

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