Don’t Look Up es la última película de Adam McKay. Esta cinta era una de las más esperadas para este 2021 por varias razones como el regreso de McKay después del éxito de Vice, y desde luego, el elenco que logró reunir con los ganadores del Oscar Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence como protagonistas.

La cinta se estrenó en salas de cine a principios de diciembre, pero al momento de su llegada a Netflix el pasado 24 del mismo mes, fue que la conversación estalló. Entre los medios (la mayoría de EUA), la película es un “completo desastre” y se aleja de la genialidad que McKay mostró desde Anchorman y su paso a un espacio más “serio” con The Big Short.

La realidad es que Don’t Look Up no es la mejor película del director y guionista. De ninguna manera lo es. Si algo hace de The Big Short su mejor título, es que logra equilibrar la sátira y comedia absurda con el drama de la realidad de un colapso económico. En Don’t Look Up no hay ese equilibrio y la película (de casi dos horas y media), se satura con el constante recordatorio que los humanos somos cada vez más despreciables. Pero vamos por partes.

¿Es real? La ciencia detrás de 'Don't Look Up', la nueva película de Netflix
Leonardo DiCaprio en ‘Don’t Look Up’ / Foto: Netflix

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¿De qué va Don’t Look Up?

La doctoranda Kate Dibiasky de Estatal de Michigan realiza algunos estudios sobre la expansión del universo. Hasta que un día descubre un cometa. Cada cuerpo celeste es una victoria, por lo que celebra junto al doctor Randall Mindy, un sujeto ansioso que se da cuenta que este cometa se va a estrellar contra la Tierra. Por su tamaño y velocidad, va a destruir todo. ACÁ les dejamos la nota de la ciencia detrás de la película.

Tanto Dibiasky como Mindy vuelan a Wahsington para contarle a la presidenta de esta nueva amenaza, pues sólo tienen 6 meses y 14 días para hacer algo antes de enfrentar la extinción. La respuesta es, por decir lo menos, desinteresada. La presidenta y su equipo entienden que el tema del cometa “mata planetas” no les va a favorecer en el senado y deciden ignorarlo.

Don't Look Up
Imagen de ‘Don’t Look Up’. / Foto: Netflix

Ambos astrónomos se lanzan en una campaña para que la gente entienda que un cometa está a punto de chocar contra la Tierra y matarnos a todos. Pero nadie parece creerles, o mejor dicho, están más interesados en la ruptura de la estrella mundial Riley Bina con DJ Chello. AQUÍ la canción que Ariana Grande y Kid Cudi se armaron para la película.

Don’t Look Up se vendió como una película basada en hechos que podrían ser reales en relación al cambio climático y nuestro camino apresurado hacia la extinción. Entre varios personajes, reconocemos nuestra indiferencia y algo que nos ha asombrado en los úlimos dos años de pandemia: negamos la realidad basada en la ciencia.

¿Lo malo?

Sí, los humanos cada vez somos más indiferentes ante nuestra propia existencia. Los ricos se hacen cada vez más ricos; ante las pruebas, la gente decide ignorar los hechos; nos preocupan más la vida de las celebridades que los conflictos sociales; buscamos atención o fama inmediata a cualquier costo; y estamos a expensas de las decisiones arbitrarias de líderes mundiales.

Don’t Look Up se repite constantemente entre estos mensajes y con algunos chistes que no son tan memorables, no son nuevos y pueden ser de mal gusto porque están fuera de lugar. Y eso puede llegar a ser abrumador, aburrido y poco interesante. Un buen ejemplo es el comentario sobre el trastorno de bipolaridad después de que Kate estallara en un programa matunino sobre la importancia de su hallazago.

La relación que se establece entre Mindy y la conductora Brie Evantee, también consume mucho tiempo de la película en un intento de hacerla más absurda y reiterar el efecto de la fama, ¿pero que eso no lo reconocemos en la misma Brie, el magnate Isherwell y la cantante Riley? Lo único que hace es desviar la atención de temas (con todo y sus chistes) que son más relevantes e interesantes.

Foto: Netflix
Merly Streep en ‘Dont Look Up’ / Foto: Netflix

Don’t Look Up le tira a muchos aspectos políticos y sociales, pero se enfrasca en los que son más obvios. Ya son conocidas las consecuencias de la desinformación o las maneras en las que una persona o situación sirven como distracción. De hecho, Mindy y Debiasky se convierten en una distracción en sí mismos. Pero no es nada nuevo, y ese podría ser la gran falla de la película.

Sin embargo, Don’t Look Up es mucho más que eso, y nos parece que el hate que ha recibido es igual de exagerado que el mensaje que quiere enviar y el único que hasta ahora hemos recibido. Nos echamos este texto de por qué sí vale la pena verla, por qué no merece las malas críticas, y por qué la película tiene varios subtextos que valen la pena platicar.

Ariana Grande con Kid Cudi
Kid Cudi y Ariana Grande como DJ Chello y Riley Bina / Foto: Niko Tavernise para Netflix © 2021

1. Los detalles ocultos

Cuando Mindy y Debiasky están en la oficina oval intentado explicarla a la presidenta Orleans los efectos devastadores de la inacción, McKay nos muestra de manera muy sutil algunos detalles entre los personajes y el espacio. Percibimos la ansiedad de algunos y el desinterés de otros.

Pero son esos detalles los que hacen de Don’t Look Up una película más interesante y divertida. ¿Notaron cómo el personaje de Jonah Hill, Jason Orlean, constantemente se toca la nariz?, ¿o la  imagen de Nixon detrás de la presidenta mientras dice que es importante reconocer errores?

También mientras Mindy ve en el cielo el cometa, se ve una tienda a su lado en donde se venden palas por 600 dólares. Todos esos detalles son geniales, y son los que han hecho grande a McKay a lo largo de los años, sobre todo entre sus últimas cintas.

Don't Look Up
Meryl Streep como la presidenta Orlean en ‘Don’t Look Up’ / Foto: Netflix

2. La comedia que construye Don’t Look Up

También hay otros detalles que no están tan ocultos, pero que construyen la comedia en esta película. El tema de las galletas y el agua en la Casa Blanca es genial. Un sujeto del Pentágono les cobra por 10 dólares una bolsa de galletas y agua cuando en realidad son gratis. La constante de por qué lo hizo es el mensaje sutil de quiénes están al mando… no la sátira de Meryl Streep como presidenta (inspirada en la mayoría de los exmandatarios en Estados Unidos).

El exnovio de Debiasky escribe en un blog que él se acostó con “la loca que dijo que todos íbamos a morir”, en busca del clicbait y la fama inmediata. Algo que es muy persistente con el personaje de Mindy. Incluso, el tipo va a escribir un libro sobre su relación con ella.

Otra parte interesante para conversar, es la distinción entre Mindy y Debiasky. En ningún momento se hace distinción respecto a su grado académico, pero si como hombre y mujer. Ella fur la que descubrió el cometa y por eso le ponen el nombre; sin embargo, es a él a quien ascienden en Wahsington y quien da el mensaje “esperanzador” antes del lanzamiento que salvaría la humanidad.

Estas son las figuras de la vida real que inspiraron los personajes de 'Don't Look Up'
Jonah Hill en ‘Don’t Look Up’ / Foto: Netflix.

3. El tema de la religión

McKay se burla de varias cosas a lo largo de la película. Un buen ejemplo es las ideologías políticas y cómo estas determinan si la gente cree o no en un hecho (por más que lo tengan enfrente). También se burla de aquellos que construyen esas ideologías, sabemos, por meros intereses personales y alejados de esos supuestos principios. La campaña de “Don’t Look Up” es genial en ese sentido.

Pero si hay algo que no hace el director, es burlarse de las creencias religiosas por más que algunas se utilicen como un vehículo para manipular a las personas a favor de una ideología política. El personaje de Timothée Chalamet, Yule, odia a Orlean, está enamorado de Dibiasky y reza cuando por fin puede ver el cometa en el cielo.

Y es precisamente el mensaje de que ante el inevitable fin de algo, después de quizá no creer lo que sucedería (en este caso con un hecho científico), esta la fe para repararse. Esto, de nueva cuenta, lo hace de manera muy sutil en Don’t Look Up.

Foto: Netflix
Foto: Netflix

4. El final de Don’t Look Up es grandioso

¿Se acuerdan que McKay no logra equilibrar la comedia y el drama? Pues bien, al final es cuando amarra esta segunda y lo hace de una manera bastante emocional. La escena en la que van en el auto directo a Michigan para que Mindy se reconcilie con June, comienzan a escuchar “Till Then” de The Mills Brothers. Hablan sobre el tiempo

Reunidos en una mesa, cenando, Mindy recuerda que Lo teníamos todorefiriéndose a los aspectos más cotidianops de su vida: una banda de música, el café que tomaba, el recuerdo de una borrachera. 

A esto se le suman algunas imágenes de la naturaleza y la experiencia humana para demostrarnos que si bien no hay una amenaza de un cometa que impacte la Tierra, hay varios escenarios de la actualidad que nos acercan más a ese fin: incendios forestales, la extinción de algunas especies, la deforestación…

Checa el tráiler oficial de 'Don't Look Up' con Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence
Foto: Netflix

5. Las escenas poscréditos

Las escenas poscréditos son odiadas por muchos cineastas que creen que es una manera de enganchar a la audiencia. Son una constante entre las películas de superhéroes para presentarnos nuevos personajes o anunciar que se expandirá el universo que estamos viendo. McKay utiliza este mismo recurso con dos escenas poscréditos que muchos podrían interpretar que refuerza la idea de que nos merecíamos la extinción.

Pero en realidad son más tontas de lo que parecen. En una nos muestran a un sobreviviente del cometa en busca de seguidores y en otra a algunas personas  22 mil años en el futuro. Ambas demuestran que muchas veces ningún evento podría hacer cambiar de parecer a las personas.

Checa el tráiler oficial de ‘Don’t Look Up’ con Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence

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En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

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