Lo de Croacia en Rusia 2018 es una procesión de fe. Sí la historia tuvo un nuevo país hace 28 años, que el futbol no tenga una nueva epopeya, sería imposible. Son poco los que pueden tomarse un café con D10S, sin duda Zlatko Dalic lo hizo.

Solo así podría explicarse el cuento de hadas que escribe este novato Técnico Croata. La Fe antes que el balón, la metáfora como táctica de un relato sui géneris: “La fe me da fuerza, siempre tengo un rosario en el bolsillo y rezo antes del juego. Doy gracias a Dios, porque me ha dado fuerza y ​​fe”.

 

El Milagro de Zlatko Dalic

Dalic va a estar adherido para siempre a la historia de Croacia. Más allá de Finales Mundialistas, el técnico llevó certeza a una desahuciada Selección.  Ha sido el éxito de un ‘soldado’ que fue llamado a filas cuando su país más le necesitaba.

El empate en la fase de clasificación ante Islandia dejó a Croacia al borde del precipicio y de la eliminación de Rusia 2018, y a Davor Suker, presidente de la Federación, no le quedó más remedio que prescindir de Ante Cacic y poner como sustituto a Dalic.  Hay días que te sacas la lotería sin comprar el boleto.

Zlatko Dalic también llegó in-extremis. Los Croatas vencieron 0-2 con doblete de Kramaric a Ucrania y obtuvieron boleto para la última fase eliminatoria, en la que despacharon a (4-1 global) a Grecia.

Del fracaso al éxito en 13 partidos

Dalic está a las puertas del primer título mundial de Croacia, con sólo 13 partidos dirigidos, (ocho triunfos, tres igualadas y dos caídas); y permanece invicto en cotejos oficiales (diez disputados, ocho victorias y dos empates, decididos en penaltis para avanzar de ronda, ante Dinamarca y Rusia). El milagro Dalic.

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