A veces parece increíble que en un cuerpo tan pequeño puedan salir tantas groserías en una carrera de Fórmula 1. Esa es quizá una de las principales características de Yuki Tsunoda, uno de los pilotos más carismáticos y pasionales de la parrilla y con quien es fácil encariñarse, aunque no siempre tenga el mejor rendimiento en la pista.
Yuki Tsunoda es el primer piloto nacido en el Siglo XXI, o sea que es el primer piloto en Fórmula 1 de la generación Z, y a la cual se ha sumado el estadounidense Logan Sargeant, por lo tanto no es casualidad que el japonés tenga un comportamiento o intereses (y hasta desintereses) respecto a otros pilotos, más allá de las costumbres y tradiciones adoptadas desde Japón.
Tsunoda ha aceptado que ha aprendido de Checo Pérez gracias a la relación entre la escudería AlphaTauri y Red Bull, sobre todo en el primer año. “Sergio me da muchos consejos. Después de Francia o Mónaco (2021), cuando tuve un mal fin de semana, me mandó un mensaje con algunas palabras positivas para mí y consejos y eso me motiva, así que estoy realmente agradecido a Sergio“.
Red Bull es el sueño del piloto nipón, aunque para ello primero debe establecerse como un piloto más disciplinado, dentro y fuera de la pista, aspecto del cual escapó al salir de casa.
De su familia se sabe poco porque el propio piloto se siente más cómodo fuera de los reflectores. Se sabe que su padre se llama Nobuaki y tiene una hermana, de nombre Riko.
La vida de Yuki Tsunoda, fuera del automovilismo
Yuki nació el 11 de mayo del año 2000 en la ciudad de Sagamihara, que forma parte de la prefectura de Kanagawa, que pertenece al área del Gran Tokio. En esta región industrial, donde se producen químicos y aparatos electrónicos, Yuki dio sus primeros pasos dentro del automovilismo gracias a su padre, Nobuaki, y quien llegó a formar parte de competencias de autos, aunque sin destacar tanto.
El pequeño y futuro piloto de Fórmula 1 comenzó a destacar en karts y recuerda que como aficionado le tocó ocupar los asientos del autódromo de Yokohama, donde se declaró fan del español Fernando Alonso, campeón en 2006 y 2007, cuando Tsunoda tenía entre seis y siete años.
Su padre fue su fiel escudero, pues no sólo lo animó a probar karts, además de llevarlo a los Grandes Premios de Japón, sino que se convirtió en su mecánico principal, de modo que no hubo espacio para las indisciplinas o los malos comportamientos, y es que sus padres también fueron estrictos en los momentos de esparcimiento, de modo que uno de los recuerdos que más atesora Yuki fue cuando sus padres le permitieron tener un videojuego.
“Cuando era niño, mis padres me regalaron un videojuego. Eran muy estrictos con los juegos”, confiesa el japonés, quien desde niño comenzó a desarrollar otras pasiones además del automovilismo y eso es el dibujo y la cocina. “Soy bastante bueno dibujando”.
Mientras muchos pilotos muestran hambre y sueñan con conquistar el campeonato de pilotos de Fórmula 1, Yuki sueña con tener su propio restaurante, y es que en realidad no es un fan de Fórmula 1, o del automovilismo sino un piloto muy talentoso, y por lo tanto si no hubiera desarrollado el talento que lo tiene en el Gran Circo, Yuki estaría en alguna cocina. “Sería chef, no hay duda”.
El camino de Yuki Tsunoda hacia la Fórmula 1
Hasta este punto, Yuki sumó varios triunfos en karts, tanto regionales como nacionales, y fue por ello que en 2016 ascendió a Fórmula 4 de Japón, para las últimas dos carreras de la temporada, la cual completó en 2017 y 2018, año en el que fue campeón, y llamó la atención de Helmut Marko, responsable de llevarlo a la academia Red Bull para competir en 2019 en Fórmula 3.
El camino de Yuki hacia Fórmula 1 fue especialmente rápido cuando se subió por primera vez a un monoplaza tipo fórmula, pero comenzó en karts desde los cuatro años de edad y hasta los 16, primero en competencias regionales y después subió el grado de dificultad en competencias nacionales.
Sólo necesitó un año para dar el salto de Fórmula 3 a Fórmula 2, en el años 2020, cuando Red Bull buscaba un piloto que pudiera seguir el paso de Max Verstappen y el japonés hizo méritos para llegar al Gran Circo en 2021, con Alpha Tauri, de modo que su llegada a F1 coincide con la llegada de Checo Pérez Red Bull.
Justin Bibier, la motivación que necesitaba
‘Drive To Survie’, la serie de Netflix sobre Fórmula 1, muestra a Yuki en uno de sus capítulos de la cuarta temporada, como un enemigo del ejercicio porque lo obliga a despertarse temprano. “El ejercicio hacer que me tenme duelen los músculos y sudo mucho”, sin embargo, el japonés ha asegurado que la serie de Justin Bibier le ha inspirado para hacer ejercicio y también en materia del comportamiento.
Como decíamos al inicio, Yuki es sumamente explosivo en la radio, por lo cual Helmut Marko lo mandó a tomar terapia para bajarle dos rayitas a su “cotorreo” y a su léxico tan floreado, algo que Bibier también ha transformado en su carrera como cantante, pues ya no está tan metido en escándalos como hace algunos años.
“He estado viendo mucho a Justin Bieber en Netflix recientemente. Siempre ha estado muy relajado con los medios, así que creo que me ha inspirado un poco. ¿Qué cambiaría de mí? Tal vez mi comportamiento por radio con mi ingeniero. A veces era un poco grosero, pero tenemos una buena relación y mucha confianza”, indicó Yuki en una entrevista con F1.
Ese ascenso tan rápido de Fórmula 4 a Fórmula 1 es en gran parte el argumento de Red Bull para mantenerlo en AlphaTauri pese a no sumar muchos puntos, pues la esperanza es que en algún momento pueda encontrar las condiciones para despertar ese león que lleva dentro.