Era el 14 de abril de 2016. Liverpool recibía en casa al Borussia Dortmund en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. En la ida habían empatado 1-1.
Previo al arranque del partido, como es una costumbre en Anfield, la afición de los Reds entonó el himno que ha acompañado al club desde la década de los 60’s: You’ll Never Walk Alone.
Pero aquella vez hubo un pequeño gran detalle: los aficionados del equipo rival se unieron al cántico, que retumbó más que nunca en Anfield, pues el Borussia también adoptó el cántico como himno y además se reencontraba con el técnico más icónico de los últimos años, Jurgen Klopp, quien ya se encontraba en el banquillo del Liverpool.
Las 54 mil personas reunidas en las gradas, tanto los seguidores del Liverpool como los del Borussia Dortmund, cantaron durante casi tres minutos mientras esperaban a que los 22 futbolistas salieran a la cancha.
Este himno acompañó al Liverpool cuando remontó sorpresivamente al Milán en la final de la Champions del 2005, en aquel histórico capítulo que fue bautizado como El Milagro de Estambul. Ese día, ese 14 de abril, también iba a suceder un milagro en la cancha.
Borussia puso un pie en las semifinales de la Europa League a los ocho minutos, cuando ya ganaba 2-0 con los goles de Henrikh Mkhitaryan y Pierre Emerick Aubameyang. Liverpool reaccionó hasta el segundo tiempo con el tanto de Divock Origi, pero poco después Marco Reus puso el 3-1 para el Borussia al 57’. Todo indicaba que los alemanes irían a semifinales.
Pero el milagro de Anfield estaba por ocurrir. Los goles de Philippe Coutinho, Mamadou Sakho y Dejan Lovren, éste último en tiempo de compensación, hicieron posible una remontada épica, justo el día en que el You’ll Never Walk Alone, retumbó más fuerte que nunca en Anfield.