Yahel Castillo cumplió la meta de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de haber conquistado la medalla de bronce en el Campeonato Mundial FINA, con la cual conquistó una plaza olímpica en los sincronizados desde el trampolín de tres metros junto a Juan Celaya, con quien después conquistó el oro en los Juegos Panamericanos.
Sin embargo, el dos veces clavadista olímpico no siempre se sintió atraído por los clavados. En entrevista con Sopitas.com, Yahel nos confesó su pasión por el futbol y su intento por ser futbolista profesional con Chivas, pese a que ya practicaba saltos desde los trampolines.
Contestando de todo con mis amigos de @sopitas
No se pierdan la entrevista!!! Gracias por el espacio y un saludo a los sopifans, síganos rumbo a Tokio2020. pic.twitter.com/gYIiI8Drea
— Yahel Castillo (@yahel_castillo) September 6, 2019
“Hubo un momento en mi carrera en el cual me gustó mucho el futbol. Fue más o menos como a los 16 o 17 años, cuando dejé un poco los clavados para ver si podía jugar futbol, estábamos en Guadalajara, incluso en ese momento estaba en Chivas Ivar Sisniega (en ese entonces presidente ejecutivo de Chivas y tres veces atleta olímpico) y le decía que si me podía ayudar para que me hicieran una prueba en Chivas, me la hicieron, pero no me aceptaron y fue que regresé bien a los clavados, fui campeón mundial juvenil y de ahí seguí tirando clavados”, compartió.
Sin embargo, a pesar de haber vestido los colores de Chivas y buscar un sitio como profesional, Yahel confesó su pasión por el América. “Mi equipo favorito de futbol, el único para mi corazón es el América”.
Yahel Castillo: El clavado de mayor grado de dificultad
Yahel, quien admira al ruso Dmitri Sautin, asistió a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, repitió en Londres 2012, pero quedó fuera de Río de Janeiro 2016 al ser descartado durante el selectivo, mismo que debe encarar previo a Tokio 2020 pese a que él y Celaya conquistaron la plaza.
“La Federación Mexicana de Natación tomó la decisión de llevar a Rommel Pacheco y a Jahir Ocampo. Lo tomé al principio con tristeza, desesperación y desilusión, pero igual eso lo cambié de modo positivo y entendí que en ese momento ellos estaban en mejor nivel. Tuve la paciencia y calma, tenía enojo, pero me desquitaba en los entrenamientos y así gracias a Dios ahora estoy con mi medalla mundial y mi medalla panamericana”, indicó.
Castillo y Celaya buscarán quedarse con la plaza olímpica con el clavado de mayor grado de dificultad en el mundo, el cual ya han lanzado juntos y ya ha dado frutos, como el oro panamericano.
“Tenemos el mayor grado de dificultad no sólo en México, sino a nivel mundial, es el cuarto clavado que tiramos, son dos y media al frente con tres giros y tiene un grado de dificultad de 3.9, ese clavado nadie lo hace en los sincronizados y esa es nuestra carta fuerte, la que nos dé una puntuación entre 95 y 100 puntos y así pelear por los tres primeros lugares”, comentó el clavadista.