Cuando se lee la palabra dopaje de inmediato viene a nuestra cabeza el uso de sustancias prohibidas para sacar provecho de algunas condiciones físicas, pero ahora existe algo llamado “dopaje tecnológico” y ya tenemos un primer caso tangible.
Una ciclista llamado Femke van den Driessche es el hombre que ha sacado provecho, pero no lo hizo al ingerir algún medicamento, sino que le encontraron un pequeño motor en su vehículo para ayudarse a cumplir sus recorridos.
Durante los Mundiales de Ciclocross de Zolder, la UCI detectó que esta mujer había hecho trampa, ya que adaptó su bicicleta para que en el pedalier se colocara dicho artefacto.
Esto se dio cuando un comisario se dio a la tarea de revisar a conciencia el box del equipo, intentó quitar dicha pieza y como no salía de manera fácil, como sucede habitualmente, se investigó más a fondo y se le encontró culpable.
Aún no se sabe la sanción que tendrá esta deportista ni qué es lo que realmente se encontró ahí, simplemente se sabe que es un mecanismo para sacar provecho y así conseguir triunfos en el circuito.