Parece que estamos en la época de Warren Moon, donde el racismo en Estados Unidos anda a todo lo que da. Pero no, han pasado más de 30 años desde que comenzó su carrera y hoy este señorón cumple 60 años.
Sí, el mítico mariscal de campo que llevó a sus años de gloria a los Houston Oilers ya es un veteranazo de seis décadas. Sin embargo, hay que recordarlo como lo que fue: un pionero en la NFL.
¿Y por qué? Pues en sus tiempos era casi imposible que un jugador de raza negra fuera mariscal. Claro, lo podía intentar, pero no entraba en ‘los estándares’ que buscaban los scouts de los equipos.
Desde su tiempo como QB de la universidad de Washington se veía que le iba a costar trabajo ganarse el puesto. Sin embargo, con talento y hasta una victoria en el Rose Bowl contra Michigan.
Intentó entrar a la NFL, pero si somos muy honestos, su color de piel se lo impidió. Pero esto no lo dejó sin esperanzas, al contrario, le dio una motivación extra. Se fue al futbol canadiense, a los Edmonton Eskimos donde la rompió.
A la liga de Estados Unidos no le quedó de otra más que darle una oportunidad. Los Oilers fueron los ganones, pues con él al mando hicieron una ofensiva espectacular. Se quedaron a nada de llegar al Super Bowl y sí, Warren jamás ganó un campeonato.
Ahora, jóvenes como Russell Wilson y Dak Prescott deberían de agradecerle a Moon. Sin él jamás se hubiera abierto esa puerta.