Esta mañana fue demolida la que fue la casa de los Atlanta Falcons desde 1992 (hace 25 años), el Georgia Dome. El equipo está estrenando nuevos aposentos, el Mercedes-Benz Stadium, que se encuentra a menos de 100 metros de distancia de los restos de su antiguo recinto.
Con un valor de 214 millones de dólares fue construido aquel estadio hace un cuarto de siglo y ahora tomó 12 segundos desaparecer su figura en el paisaje, en una demolición que tomó 2 años en planearse.
El nuevo hogar de los Falcons costó mil millones de dólares y es la nueva joya de la ciudad de Atlanta, con todos los lujos que pretende la NFL para sus recintos. Así es como desaparece un recinto que recibió dos Super Bowls para dar paso a uno nuevo, que buscará ser la casa de muchos más eventos de primer nivel.
La ironía fue que estaba tan bien construido que ni la dinamita pudo tirarlo todo, quedaron dos partes en pie que aún tendrán que trabajar para terminar de demoler los trabajadores de la ciudad.
