Dentro del futbol hemos podido ver a familiares dentro de la misma cancha; sea como rivales, como compañeros, jugando en diferentes selecciones nacionales e incluso que un padre salga de cambio para que su hijo entre al campo. Casi siempre hay sonrisas y alegría en estos momentos pero no en el futbol de Venezuela, pues un futbolista marcó un gol lapidario que eliminó al equipo de su padre y no sólo eso, sino que ambos lloraron por el momento tan trágico, pues ni en el peor escenario imaginaron algo así.
Vamos a ver lo que ocurrió. Un viejo conocido de la Liga MX, Giancarlo Maldonado, fue el responsable de que esto ocurriera, pues el ex del Atlante juega ahora para el Deportivo Táchira, en la Primera División de Venezuela y se midió al Academia Puerto Cabellon, equipo de su padre Carlos Maldonado; todo esto en la última jornada del torneo regular.
El caso es que ambos tenían oportunidad de pasar a su ‘liguilla’, pues al igual que en México los primeros 8 acceden a las fases finales y el único resultado que les funcionaba era ganar sí o sí, por lo que este momento fue sumamente trágico, pues el ex futbolista del Atlante marcó un gol de último minuto, pero este no le dio el pase a su equipo, sino que fue el empate, por lo que ambos quedaría eliminados y los dos lloraron por ello.
#LIGAFUTVExTLT | GOOOOOOOOL de Giancarlo Maldonado. Empata el equipo Aurinegro en el tiempo añadido del compromiso
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— TLT ¡La Tele Tuya! (@LaTeleTuya) 19 de mayo de 2019
Al minuto 92′ del partido, Giancarlo Maldonado recibió el balón en la media luna y tuvo poco tiempo para acomodarse, por lo que se dio la media vuelta, lanzó un bombazo y para fortuna y desgracia, este se convirtió en gol, por lo que fue el 2-2 con 3 minutos más por delante y aunque ambos seguían ‘vivos’, todo iba a culminar mal.
Giancarlo Maldonado se cubrió la cara con la camiseta y se puso a llorar, pues sabía que le había quitado la oportunidad a su padre de acceder a la ronda de finales, por lo que no celebró el gol ni mucho menos, sólo dio unos pasos al centro del campo y siguió jugando.
Su padre desde la banca de igual forma sintió el gol como un golpe directo, pues su hijo le acababa de marcar un gol lapidario; su expresión lo decía todo y aunque fue un momento conmovedor, el partido terminó y ambos se quedaron en el camino para pelear el título. Esta es una historia poco habitual pero que vale mucho la pena.