Si el estadio Corona en su momento fue nombrada como la casa del dolor ajeno, el nuevo inmueble de Rayados es la del dolor propio, pues ahí no ha podido levantar ningún título pese a disputar tres finales de vuelta en la Liga MX y esta vez fue el turno del equipo femenil.
En una final de drama puro, Tigres se coronó después de jugar 180 minutos de tiempo regular, 30 de tiempos extra y tanda de penales, en la que se impuso 4-2.
El partido reunió a 51 mil aficionados, lo que representa una nueva marca a nivel mundial para un partido de futbol femenil. La marca anterior se había impuesto al viernes pasado en el juego de ida con más de 32 mil personas en el estadio de Tigres.
¡¡ Seguimos haciendo historia !! 👏👏👏👏
El Estadio BBVA Bancomer recibió a 51,211 aficionados para superar, una vez más, el récord de asistencia en un partido de clubes de Futbol Femenil.
Muchas gracias por ser parte de este momento #VamosPorEllas #FinalRegiaFemenil ⚽👧 pic.twitter.com/wr9al4f9Lu— LIGA MX Femenil (@LIGAMXFemenil) 5 de mayo de 2018
La serie completa dio muestra de que el futbol femenil puede igual o más atractivo que el varonil. En el juego de ida se firmó el empate a dos tantos y se repitió la dosis en la vuelta, sólo que con una tremenda dosis de drama.
Lizbeth Ovalle puso en ventaja a Tigres a los 18 minutos. Rebeca Bernal empató para Rayadas desde el manchón penal en el inicio del primer tiempo. Katty Martínez le devolvió la ventaja a las visitantes al 78’ y cuando las felinas comenzaban a festejar, Norali Armenta volvió a empatar en el último momento de compensación.
El juego se fue a tiempos extra y como nos gustan las historias de suspenso definieron todo en penales. Rebeca Bernal y Norali Armenta, casualmente las anotadoras en el tiempo regular, fallaron sus tiros y Tigres acertó sus cuatro disparos para coronarse.