Sigue la gira del Gran Circo por Europa y ahora se mudan para aterrizar en el Premio de Hungría, una carrera que traerá consigo un sin fin de homenajes para el recién fallecido Jules Bianchi, sin duda un fin de semana complicado para la Fórmula 1.
Tal situación podrá opacar lo sucedido en la carrera. Daniel Ricciardo viene de ganar en 2014 y pareciera que volveremos a ver a Lewis Hamilton o Nico Rosberg subir al podio, a menos que se dé una sorpresa que se ve distante.
La lucha hoy está más al rojo vivo que nunca. 18 unidades separan al británico de su coequipero, que de salir victorioso y con una catástrofe de Hamilton, se colocaría por encima en el campeonato de pilotos.
Lejos de que Sebastian Vettel es una pieza más que probada en la F1, los Williams vienen fuerte de atrás para convertirse en un referente esta temporada, no por nada estuvieron a punto de colarse al podio en Gran Bretaña.
Checo y sus problemas por estos lares
En México hay preocupación, Checo Pérez tuvo un mal comienzo de semana al sufrir un accidente en la curva 11 de Hungaroring, pero al parecer hay más tela de dónde cortar para el tapatío.
Desde su incursión en la Fórmula 1 no ha tenido suerte en esta carrera, su mejor posición ha sido un noveno puesto en 2013 y el año pasado tuvo que abandonar. Así que hay mucho trabajo por delante.
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Así saldrán a la pista
El dominio de los Flechas Plateadas es absoluto, por quinta ocasión consecutiva en el año Hamilton saldrá desde la pole position, luego de manejar unos tiempos que ningún piloto pudo superar durante la clasificación.
A este le seguirá Nico que intentará darle batalla a un confiado Lewis y detrás de él estará Vettel, el cuatro veces campeón que todavía no encuentra la fórmula de su Ferrari para sobresalir del todo.
Checo saldrá desde la plaza 13, debajo de Carlos Sainz de Toro Rosso y arriba de Pastor Maldonado de Lotus, quienes también intentan destacar antes de las vacaciones de verano en el Gran Circo.
No habrá mejor homenaje para Bianchi que una espectacular carrera, llena de grandes rebases, maniobras dignas de pilotos de élite y mucha emoción antes del parón veraniego, donde los grandes despuntarán y los chicos tendrán que pensar en 2016.