A ver, estoy consciente que el “Triple G” (ganar, gustar y golear) sólo es una ilusión de la bestia insaciable en la que se ha convertido la afición nacional. Desde el hexagonal 2006 que México no tiene una diferencia de goles de doble dígitos (2006: +13; 2010: +6; 2014: -2; 2018: +9) y en los cuatro procesos mundialistas pasados sólo con el Thanos para los Avengers de nuestros medios, Juan Cambios Osorio, fuimos 1er lugar de grupo.
También me queda claro que, aunque México golee todos sus partidos en CONCACAF 10-0, gane las copas Oro y la invaluable Nations League, al final SIEMPRE le jugaremos diferente a los equipos de alcurnia futbolera, a nuestros verdugos del 4º partido.
Sé que el seleccionador nacional tiene la difícil tarea de convencer a un grupo de jugar propositivo los partidos de la zona, contra equipos que tiran patadas voladoras como el ‘Perro Aguayo’ para llegar al Mundial, cambiar completamente el sistema y aplicar la gran “Estados Unidos”; echarnos atrás, contraatacar y rezar porque cometan errores de kínder los equipos mamados del torneo.
Porque poco ha importado la manera en la que llegamos al mundial y, que como dijera José Alfredo Jiménez lo importante es saber llegar. Ya sea de primero, segundo, tercero, repechaje, tropezamos con la maldita misma piedra de Alicia Villarreal y en cuestión de futboles nunca hemos de ganar.
Entiendo perfectamente que todos los números del octagonal soportan el andar de nuestra Selección Nacional. Vamos primero, con mejor diferencia de goles, parecería que, si nuestros seleccionados nacionales no desayunan, comen y cenen clembuterol, llegamos a Qatar caminando.
Pero por dos razones quiero más de esta Selección y que no me duelan los ojitos viendo TODOS los partidos del octagonal.
La razón irracional
En el único lugar del mundo donde México es potencia futbolera es en CONCACAF, si contra los rivales del área no se va a experimentar, echarse para delante, tratarse de comer al rival ¿dónde carajos? ¿A poco estamos esperando jugarle a Francia para salir a buscar ganarle 3-0 y que la afición cante “Cielito Lindo” mientras lloramos abrazados? Donde México puede lucir músculo es en el área y NO LO ESTAMOS HACIENDO, estamos desaprovechando la conexión afición-equipo cuando nos pasea Canadá o a Honduras no le generamos ninguna de peligro cuando ellos tienen 10 hombres en la cancha. NO, NO y NO.
La razón racional
En partidos de tensión real mi técnico nacional no encuentra soluciones desde el banquillo y TERMINAMOS PERDIENDO EN JUGADAS DE BALÓN PARADO. Los dos partidos que México ha tenido de alta tensión en la era Martino han sido contra EEUU y en los dos perdimos i g u a l i t o. Entonces, espero que para la eliminatoria por fin haya estudiado a los gringos para ver si no nos empinan OTRA VEZ los rivales reales de la zona. Porque si no resuelve contra los gringos, no quiero pensar qué pasaría contra Argentina, Brasil, Francia o Bélgica.
Ya lo sé, pero no me gusta que éramos, somos y seremos cabeza de ratón del futbol internacional, ya hice paz con eso, no quiero hacer paz con regresar a ser los ratones verdes de los 60-70.