Finalemente llegó el tercer juego de cinco y estaba por definirse el destino entre los Toronto Blue Jays y los Texans Rangers, con tal de pasar a la final de la Liga Americana.
En los primeros partidos los Rangers habían quedado a ras de lona al caer en casa por marcador de 10 – 1 y 5- 2. Ahora, en el Rogers Centre de Toronto buscaban su primera victoria para salir vivos y poder aspirar al cuarto duelo, con el objetivo de llegar a la final de la Liga Americana. Ya no podían repetir a los iniciales, por lo que Jeff Banister convocó a Colby Lewis, quien venía de una lesión y sus números quedaban con seis hits conectados en 18 entradas posibles para iniciar en el pitch.
En cambio, un joven Aaron Sánchez fue el encargado de abrir para los Blue Jays y de acuerdo a su entrenador John Gibbons, era el mejor para hacerlo. 192 entradas en su brazo respaldaban al diestro, con una marca de 15 victorias y dos derrotas en la temporada regular, pero que no le había ido nada bien al estar en suelo texano en la misma fase regular.
De entrada, parecía que el equipo local entraría con todo desde el inicio, al tener un grandioso 3 – 1 al final de la segunda carrera. Pero nadie adivinaba lo que Elvis Andrus haría en la parte alta de la tercera, pues logró dar un hit para formar carrera en solitario y acercar el marcador 3 – 2. Lewis fue sustituido en rotación por Tony Barnnet, quien ya estaba en la loma para la parte baja de la tercera.
Los de casa respondieron de manera magistral y el doblete de la bola le regaló el run a Josh Donaldson para sumar la cuarta anotación. Edwin Encarnación respondió justo antes del final y marcó la carrera para dejar todo en cinco contra dos, ante eso el estadio bramó de jubilo. Además, Encarnación amenazaba ferozmente desde la primera base para tomar una buena conexión encarrerarse a zona de anotación.
Los visitantes no se echaban para atrás y por parte de Ruben Odor conectó tremendo batazo iniciando la cuarta entrada y ponía en la mínima a los Rangers. Sánchez tenía que poner más atención en sus lanzamientos si no quería repetir el cuarto juego dentro del centro del Rogers Centre. Todo se empato al llegar la séptima por un glorioso seis a seis. Los Rangers se aferraban su historia de no quedar fuera en playoffs desde 1999.
El juego llegó a su máximo apretón al finalizar las novenas iniciales, por lo que la décima hizo acto de presencia y con ello el muchacho mexicano de de 21 años Roberto Osuna, el cual tenía por trabajo relevar a sus compañeros para pulir la loma. La gran actuación del mexicano se efectuó y tuvo siete lances perfectos, lo que les dio la victoria a la mínima de los Blue Jays por marcador de siete. Los Rangers quedaban barriendo el suelo y se terminaba su racha de 17 años sin quedar eliminados de los playoffs.