En estas última temporadas, las cosas no son nada fáciles para los quarterbacks que juegan en la NFL.
Unos van, otros vienen y algunos más se quedan en el camino. Pero sin duda alguna, podemos decir que Tom Brady se ha puesto dentro de los anaqueles de la liga de futbol americana y todavía le faltan algunos libros por llenar, en los cuales estará su historia y sus logros.
El día de ayer, tras ganarle con dificultad y en los últimos minutos de juego a New York Jets dentro del MetLife Stadium, el mariscal del equipo de Boston empató la marca de victorias del legendario Peyton Manning y ahora es el último jugador que todavía se encuentra activo en poder conseguir ese grandioso logro.
200 partidos ganados para el mariscal californiano lo convierten en una leyenda de los Pats. A pesar de que en el juego del domingo apenas pudo completar 30 pases de los 50 intentos que realizó (suponiendo que su efectividad está por encima del 85%), encontrar a Malcolm Mitchell en las últimas dos anotaciones del partido le bastaron para obtener su noveno triunfo de la presente campaña.
El salido de la Universidad de Michigan lleva 17 temporadas vistiendo el jersey de New England y ha conseguido un gran total de cuatro anillos de campeonato, el más reciente hace dos temporadas cuando le ganaron inesperadamente a Seattle Seahawks en el University of Phoenix Stadium. Ha sido MVP en tres de esas cuatro finales y dos veces de campañas completas (2007 y 2010).
La prueba será difícil, pero si puede superar y comandar la victoria en el choque contra Los Angeles Rams del próximo domingo, hará historia al conseguir el récord de mayor número de victorias con 201 juegos ganados y parece que con todo y sus 39 años la carrera que tiene todavía tiene mucho que ofrecernos.
Pero ahora que se convirtió en el quinto jugador de la liga en conseguir más de 60 mil yardas aéreas, debería ser pan comido obtener ese logro.