Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 fueron memorables por muchas razones. Desde su realización en medio de la pandemia de COVID-19, los protocolos alrededor de los atletas; la inclusión en temas deportivos o la participación de los voluntarios. Pero como todos sabemos, este tipo de eventos implican un fuerte gasto.
Cualquier gobierno y comité organizador destinan un gran presupuesto desde que plantean una candidatura ante el Comité Olímpico Internacional (COI). Sin embargo, Tokio 2020 quedará marcada como la edición más costosa de la historia.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Oxford, el precio llegó a los 15 mil 400 millones dólares. El mismo análisis explica que todos los Juegos Olímpicos desde 1960 han excedido sus presupuestos iniciales, pero en Tokio este límite se rebasó entre el 111 y el 244 por ciento.
Con base en esos números, la Agencia AP hace varias comparaciones para calcular qué otras infraestructuras se podrían haber construido en territorio nipón durante los últimos años: Un hospital de 300 camas tiene un valor aproximado de 55 millones de dólares; con todo el dinero invertido en la justa se habrían construido casi 300 de ellos.
En cuanto a escuelas, el costo promedio de una primaria en Japón rodea los 13 millones de dólares. Con la misma cantidad se pudieron construir aproximadamente mil 200.
¿Cómo se dividieron los gastos durante Tokio 2020?
Si bien es cierto que la mayor parte de la responsabilidad cae en territorio del comité organizador, el COI también estuvo involucrado en los gastos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se estima que su aportación ascendió a 1.3 millones de dólares.
A pesar de que otros 7.4 millones serían parte de los fondos públicos de contribuyentes japoneses, los gastos incrementaron conforme avanzó la pandemia. Los protocolos, que van desde pruebas diarias a cada atleta, provocaron que todas las partes pusieran más dinero a la causa.
No obstante, siempre hay espacios en blanco cuando se trata de Juegos Olímpicos y presupuestos. Por si fuera poco, en esta ocasión las cifras de ingreso disminuyeron conforme se retiraron algunos patrocinadores. En consecuencia, los derechos de transmisión reflejaron un 75 por ciento de los ingresos.