Bien sabemos que los campeonatos no se ganan ni se pierden por un jugador o algunos, se trata de un juego de conjunto en el que un equipo es el que va a la gloria o cae en el fracaso.
Sin embargo, el caso de los Tigres es uno muy especial. En la Final de la Copa Libertadores ante River Plate, sus tres refuerzos especiales para esta temporada cuya principal función era ganar la justa continental y no lo concretaron.
De hecho, fueron fundamentales para la derrota de 3-0 en la cancha del Monumental y quedarse con las manos vacías. André-Pierre Gignac falló, Jurgen Damm fue superado y Javier Aquino puso el último clavo en el ataúd.
1.- Gignac perdonó con el 0-0
En el primero tiempo, cuando el marcador marchaba 0-0, Damm hizo un jugadón y decidió pasar al francés, quien solo frente al área no pudo concretar el tanto y ahogó el grito de gol para toda la afición felina.
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2.- Damm perdió la marca como quitarle el dulce a un niño
El fichaje bomba de la Liga MX dio destellos de habilidad pero demostró no estar listo aún para los grandes escenarios. Tiene un gran talento para el futuro, pero en la marca fue superado con mucha facilidad y permitió el centro que significó el 1-0 de River.
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3.- El último clavo en el ataúd felino
En el segundo tiempo, Tigres se fue con todo en busca del empate. Jurgen volvió a desbordar por la derecha, se fue a línea final y metió un centro como con la mano a la frente de Aquino quien saltó mal y se perdió el empate.
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A la jugada siguiente, los Millonarios se le fueron con todo en contragolpe y fue el propio mediocampista quien quise detener la situación y cometió falta dentro del área. Carlos Sánchez cobró el penalti y sentenciaron las ilusiones universitarias con el entonces 2-0.
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