“Me preguntaba si un día podría sentarme, levantarme o estirarme. Jugar al golf me parecía imposible”, Tiger Woods.

1.876 días después, Eldrick Tont Woods, volvió a saber lo que es conquistar la luna, con la precisión de un cirujano. ‘Tiger’ volvió a ganar un torneo de golf. Se trata de uno de los regresos más inesperados del deporte. El que fuera alguna vez, (no hace mucho tiempo) el mejor golfista del mundo, se apoderó del Tour Championships.

El ganador de cuatro Masters, tres Abiertos de Estados Unidos, tres abiertos británicos y cuatro PGA había obtenido su última victoria en agosto de 2013 en el WGC-Bridgestone Invitational. Más de cinco años anclado en la cifra de 79 títulos sin pasar al título 80.

Nadie pensaba que Tiger volvería al Olimpo del deporte de precisión.

Lesiones, y cárcel. Así fue la vida de Tiger Woods del 2013 al 2017

Hace apenas 5 años, cuando Woods ganó el WGC-Bridgestone Invitational (2013), nadie se imaginaría el calvario del golfista mejor pagado del mundo.

A los problemas de su rodilla se unieron los fuertes dolores en la espalda. Los médicos no eran capaces de dar con la clave que mitigara los intensas molestias que no lo dejaban ni siquiera hacer una vida normal. “El simple hecho de coger un vaso de agua, llegó a ser un calvario”, confesaba Tiger.

Año con año, la situación de Tiger se complicó hasta llegar al 2015, cuando sumó uno de los peores capítulos de su carrera. A finales de ese año decidió operarse de la espalda para poner fin a las molestias que sufría. Esta operación hizo que Woods pospusiera su regreso de forma en 2016.

“Lo peor fue no saber si iba a poder vivir sin dolor. No podía sentarme ni andar ni estirarme sin tener dolor en la espalda y mi pierna durante un largo periodo de tiempo”, recordó ayer Tiger al ganar su título 80.

Dicen que las cosas se empeoran cuando crees que ya no se pueden torcer más. Le ocurrió a Tiger, fue encarcelado después de que la policía de Florida le detuviera por conducir bajo los efectos de los fármacos que estaba tomando para tratarse de sus dolencias en la espalda.

Tocar fondo y levantarse

Después de salir libre, cuatro horas después, Tiger inicio una terapia de rehabilitación para controlar su adicción a los medicamentos. Pese a que en algún momento llegó a especular con su retiró, Woods regresó a la competición en diciembre en el Hero Challenge de 2017, para finalizar en novena posición con 8 bajo par.

Con una educación militar proveniente de su padre Earl, ex boina verde de los marinos americanos, Tiger se acostumbró desde niño a pasar bastantes horas en el campo de practicas y a llevar su cuerpo al extremo, así que  la victoria en el Tour Championship es mucho más que un simple triunfo.

“El mero hecho de jugar y volver a ser competitivo era ya un éxito. Los que son cercanos a mí y algunos jugadores saben lo que he recorrido, lo difícil que ha sido para mí simplemente volver a jugar (…) Disfruto plenamente de ser capaz de hacer todo esto de nuevo, no sabía si podía volver a jugar al golf un día”, señaló tras su increíble triunfo.

Así ha sido la superación de un genio, capaz de volver física y mentalmente, sobre todo cuando todos suponían que no podría hacerlo.


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