Dentro de la NBA hay personajes muy interesantes que tuvieron que ir en contra de creencias e ideologías para poder cumplir un sueño, tal y como vimos esta semana en ‘The Last Dance’. Ese es el caso de Philip Douglas “Phil” Jackson, un exjugador y exentrenador que le llevó la contraria a su familia para poder brillar dentro y fuera de las canchas y es que al ser todos sumamente religiosos, prefirió ir a entrenar y jugar que pasársela rezando todo el día.
Phil Jackson es un personaje fundamental en la historia de los Bulls así como en la vida de Michael Jordan. Pese a que llegó de sorpresa al equipo Chicago, siempre tuvo una forma muy definida de jugar y muy diferente a la que Michael Jordan estaba acostumbrado y es que él no guiaba su táctica a darle el balón a la leyenda de la NBA, sino que se enfocaba en el trabajo en equipo.
Como jugador, Phil Jackson ganó dos títulos de la NBA pero sin duda alguna su mejor momento fue como entrenador, donde este hombre ganó 11 campeonatos (6 con los Chicago Bulls de Michael Jordan y 5 con Los Ángeles Lakers) y se consolidó como una leyenda de las canchas.
Todo esto no hubiera sido posible si no fuera porque hubo un día en que se puso en contra de su familia pero en particular de su madre. Phil Jackson creció en una familia pentecostal estricta. Tanto su padre como su madre eran ministros de las “Asambleas de Dios” y siempre quisieron que él siguiera sus pasos.
Jackson creció en un entorno extremadamente austero, en el que no estaba permitido bailar, ver la televisión y menos estar involucrado en un deporte. Cuando se mudó a Williston, Dakota del Norte y entró al equipo universitario, fue donde su vida dio un giro drástico y es que Phil se sentía bien de poder ser parte de equipo de basquetbol además de que llamó la atención de algunos visores, por lo que el reto más grande venía en camino: encarar a su familia.
Su madre le pedía a Phil Jackson que se quedara con ella casi todo el día y se pusieran a rezar, hecho que no le gustó nada a este hombre pero que aguantó lo más que pudo. Como vimos en ‘The Last Dance’, llegó el día en que una oportunidad muy grande lo obligó a decir ‘ya no más’ y aunque se sintió mal de hacerle eso a su familia lo tenía claro: “Prefiero hacer deporte que pasarme todo el día hincado”, comentó.
Fue así como Phil Jackson se distanció de su familia (ideológicamente hablando) y comenzó con su etapa dentro del basquetbol. Los New York Knicks le dieron su primera oportunidad dentro de la NBA, se fue consolidando en el equipo tras las bajas de sus compañeros, llegó el tiempo en que fue campeón pero finalmente puso fin a su era como jugador en 1980.