Perdónanos Minnesota, no sabíamos lo que decíamos. Cuando en la pretemporada anterior los Minnesota Vikings ofrecieron un primera selección de draft y 10 de los 12 lagos del estado por Sam Bradford nadie entendía porqué. A los ojos de muchos Bradford no valía una selección de primera ronda. Minnesota ya tenía a su mariscal de campo titular en la persona de Teddy Bridgewater y sólo debían esperar una temporada a que este se recuperara de su lesión, pero al parecer no será así.

El año pasado Bridgewater sufrió una severa lesión en la rodilla, se rompió los ligamentos (todos) y además se dislocó la rótula en un entrenamiento. Los ‘Vikingos’ no quisieron dar un parte oficial de la cirugía y no dijeron cuánto tiempo se perdería el quarterback pero nadie esperaba la noticia que se dio hoy. Según informa ESPN, en el mejor de los casos Bridgewater regresará en marzo del 2018, por lo que se perdería toda la campaña 2017.

De ser cierto el mariscal habría estado 19 meses fuera de actividad para cuando regrese. Por tanto, ahora se comprende el porqué Minnesota pagó un precio tan alto por Bradford. No es que el ex quarterback de los Rams sea un mariscal de élite pero al menos cubre la posición (no tan mal) mientras se recupera Bridgewater.

Ahora los Vikings deberán enfocarse en mejorar su línea ofensiva para darle la suficiente protección a Bradford, pues ya ni si quiera se sabe si Adrian Peterson (que también se recupera de una lesión) volverá a Minnesota la siguiente campaña. Con esto dicho el traer al ex quarterback de los Eagles ya parece algo razonable en vez de una mala decisión gerencial. Al parecer los altos mandos vikingos ya sospechaban que Bridgewater tardaría mucho en volver.

** Fots: Getty Images

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