Hoy debía conocerse el castigo para Conor McGregor y Khabib Nurmagomedov tras el incidente posterior a su pelea, cuando el ruso saltó de la jaula de competencia para golpear a miembros del equipo del irlandés, lo que desató una campal.
De esta manera, ninguno de los peleadores de la UFC puede volver al octágono hasta que se realice una audiencia programada para el 10 de diciembre, en el estado de Nevada, Estados Unidos, y a la cual ambos están obligados a asistir para conocer de viva voz el veredicto final. Por lo tanto, la suspensión cautelar para ambos se extiende hasta el 10 de diciembre.
Durante la audiencia de este día, en la que ninguno de los peleadores se presentó, se aprobó liberar la mitad de la bolsa garantizada para Khabib, por lo que el ruso ya cuenta con un millón de dólares en su cuenta, mientras que otro millón queda aún retenidos por la Comisión Atlética de Nevada, el cual podría quedar liberado el 10 de diciembre.
Respecto al castigo a los peleadores, el fiscal general de la comisión, Anthony Marnell, sugirió una suspensión de por vida, aunque es poco probable que ésta trascienda, y se hizo referencia a la pelea de Mike Tyson de 1997, cuando mordió dos veces la oreja de su oponente Evander Holyfield y fue suspendido durante un año, además de una multa de tres millones de dólares.
Por lo tanto, se espera que Khabib reciba una suspensión similar al ser considerado como el catalizador del caos al salirse de la jaula, mientras que a McGregor le caería una sanción menor, pues se mantuvo dentro de la jaula, aunque videos muestran que intentó saltarla.
Khabib no contó con representantes, a diferencia de McGregor, quien se apoyó en Michael Mersch, quien aseguró que no ignoraba la existencia de un video en el que se puede ver a McGregor con la intención de bajar de la jaula. “Pero sin las acciones de Nurmagomedov, nada de esto hubiera sucedido“, se escudó Mersch.