El partido entre Morelia y León, que marcó el arranque de la Liguilla, tuvo que ser suspendido algunos minutos debido a la presencia del dichoso grito homofóbico por tercera ocasión.

Se jugaban los últimos minutos del partido entre michoacanos y esmeraldas cuando los futbolistas fueron retirados del terreno de juego, acorde al protocolo para erradicar el grito, después de haber advertido a la afición en un par de ocasiones.

El mencionado protocolo indica que ante la presencia del grito, se harían un máximo de dos llamadas de atención mediante el sonido local y las pantallas del estadio, pero ante una tercera reiteración, los jugadores serán retirados de la cancha.

A la cuarta ocasión, la afición deberá ser retirada del estadio y el equipo local sería acreedor a un partido de veto.

Sin embargo ya no fue necesario llegar a la cuarta advertencia, pues los aficionados en el Morelos evitaron dicha expresión durante los 12 minutos que fueron agregados, en gran parte porque durante el lapso en el que los jugadores dejaron la cancha, algunos seguidores comenzaron a dejar el inmueble, pero los que aguantaron fueron recompensados con el empate 3-3.

Durante la pausa de casi cinco minutos, los dos técnicos aprovecharon para dar instrucciones a sus jugadores.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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