¿Se acuerdan de la Superliga, el proyecto de Florentino Pérez que advertía un nuevo orden en el futbol a nivel clubes y que poco más de 24 horas después se derrumbó? Pues la idea sigue adelante, pese a que nueve de los 12 equipos fundadores dieron un paso al costado.
¿En que va lo de la Superliga?
Los únicos equipos que se negaron a abortar el plan son Real Madrid, Barcelona y Juventus. En conjunto, las tres escuadras presentaron demandaron a la UEFA ante el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea por prohibirles en su momento que jugaran Champions y Europa League.
Acusan a la UEFA de ser un ente monopólico por el hecho de no permitir que otros clubes participen en otros torneos internacionales que no sean creados y regulados por la misma UEFA, y están a la espera de la sentencia, mientras tanto, el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli defendió el proyecto de la Superliga en la Cumbre Business of Football del Financial Times.
¿El futbol necesita una Superliga?
En Inglaterra, donde la Superliga encontró un rechazo marcado por parte de los aficionados de los seis equipos británicos involucrados en el proyecto de Florentino, Agnelli no quiso hablar de la Superliga o mencionarla, pues su discurso se enfocó en la necesidad de “salvar al futbol” de las garras de la UEFA a través de un proyecto que no fuera de la UEFA… ah, como la Superliga.
Agnelli consideró que la Superliga no fue un fracaso, sino una necesidad para salvar al futbol de las garras de la UEFA. “Si fuera periodista indagaría en la estructura de la UEFA, que es un operador comercial monopolítico y al mismo tiempo quien autoriza quién puede y quién no crear nuevas competiciones”, mencionó.
“Si miramos el futbol de clubes entre 2010 y 2019, los ingresos ascendieron a 23 mil millones de euros pero las pérdidas fueron de cuatro mil 500 millones. Desde COVID, los beneficios operativos cayeron siete mil millones y la necesidad de financiación subió a ocho mil 500 millones”, indicó.
La UEFA no sale con las manos limpias
A la par de las declaraciones de Agenelli, el presidente del Crystal Palace, Steve Parish, se fue con todo contra la Superliga, pero también contra la UEFA, pues cabe recordar que para la temporada 2024-25, se jugará la Champions League con otro formato, en el cual los beneficiados son los equipo más poderosos, a través de un modelo de calificación por cociente, y no por mérito deportivo en las respectivas ligas.
De esta manera, Barcelona tendría asegurado su pase a la Champions sin necesidad de terminar entre los primeros cuatro lugares de La Liga, de modo que la Champions compartiría la similitud de ser un torneo relativamente cerrado.
“Tienes la ECA, que son 20 clubes que deciden todo. Las nuevas propuestas de la Champions League se parecen tanto a la Superliga que no se nota la diferencia. De hecho, en algunos aspectos son peores. Necesitamos un cambio urgente. Y ambas organizaciones (FIFA y UEFA) necesitan cierta supervisión y escrutinio sobre esto porque no lo tienen. Y es un gran problema”, dijo Parish en el mismo congreso.
¿Y quién salvará al futbol de otras ligas o divisiones?
Si bien es cierto que la pandemia sacudió las economías en la industria del futbol, el modelo de la Superliga nació como una liga exclusiva para 12 de los equipos más poderosos de Europa, para llevar más dinero a sus arcas.
Tras la salida de los seis equipos ingleses, así como Milán, Inter y Atlético de Madrid, se modificó el “formato” para abrir el ingreso a clubes por mérito deportivo, aunque sin acceso aún a clubes de ligas como Portugal, Países Bajos, Bélgica, Escocia… y ya ni se diga sobre beneficios para equipos de Segunda División, de modo que el plan “salvar al futbol”, tal vez quedaría incompleto.
Otro de los aspectos por los cuales fue criticado el proyecto de la Superliga, fue el hecho de ver cortado el desarrollo del futbol femenil, que de hecho no formaba parte de los planes inmediatos del plan original.