Cuando el futbol parecía recuperarse de esta dichosa pandemia por COVID –por lo menos en lo que a Europa se refiere–, los países estaban consiguiendo que la gente regresara a los estadios en cantidades pequeñas y con todas las medidas de restricción posible. Sí, era un gran avance… pero el domingo 18 de abril, la estabilidad del futbol en Europa y el resto del mundo se vio en peligro.

Desde el momento en el que presentaron el proyecto, la controversia comenzó en redes sociales y las respuestas no se hicieron esperar, algunas a favor y otras en contra, mayoritariamente en contra de esta liga a la que clasificaron de “clasista”, debido a que sólo algunos eran capaces de pertenecer.

La idea de una nueva Superliga pegó hondo en todo el mundo y aunque no se sabía mucho acerca de la competición o cuál era su sistema, sólo nos prometieron duelos entre clubes de la élite europea y mayor atractivo para los aficionados.

Poco a poco, comenzó a ganar más detractores en el mundo del futbol y del mundo en general, las reacciones no sólo fueron de exfutbolistas, clubes que no fueron invitados y organismos deportivos. Desde Inglaterra se inició un feroz ataque en contra de la Superliga.

Los cimientos de la nueva Superliga parecía que se venían abajo con declaraciones del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, en las que tajantemente se mostraba en contra de esta creación, pero Florentino Pérez, presidente del proyecto, trató de calmar las aguas en un programa de TV en España.

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Tras la emisión de TV, la Superliga dejó más dudas que respuestas y en menos de 48 horas, parece que el nuevo torneo vive sus momentos más raquíticos. Chelsea, ante la presión de cientos de aficionados a las afueras del estadio y previo a un duelo de Premier League, comenzó a juntar el papeleo para desligarse de la Superliga.

Como una bola de nieve, los problemas para la Superliga crecieron y ante los rumores de que no sólo el Chelsea se bajaba del barco, sino que también el Manchester City lo hacía; hasta hubo reportes que señalaron que también el Barcelona y el Atlético de Madrid. Y pues nada, todo parece indicar que estamos más cerca del final de este proyecto, que de un inicio formal.

Crónica de una muerte anunciada

18 de abril

Se anunciaba la creación de una Superliga entre los equipos más fuertes del futbol europeo, 12 eran los equipos que oficialmente fundaban el torneo: Juventus, Milan, Inter de Milan, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester City, Manchester United, Arsenal, Tottenham, Chelsea y Liverpool, eran los equipos que se unían a esta llamada Superliga.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, quedaba como representante de todos los presidentes y al mando de todo lo que tenía que ver con la Superliga. El formato era simple: 20 equipos, conformados por 15 equipos fundadores, y 5 invitados al torneo, basados en rendimiento de sus ligas.

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Esta nueva Superliga enfrentaría a la Champions League, torneo que para ellos estaba perdiendo fuerza y querían algo más atractivos para los nuevos mercados, aunque seguirían compitiendo en sus respectivas ligas sin problema alguno, o al menos eso decían los organizadores.

Múltiples reacciones comenzaron a generarse en redes sociales, principalmente de aficionados y parte de la prensa alrededor del mundo. Aún con mucha falta de información sobre esta nueva Superliga, se empezó a especular. Nada nuevo.

Algunos jugadores comenzaron a manifestarse en contra de esta decisión de un sector minoritario de equipos, a estos exfutbolistas se unieron los aficionados de los mismos clubes organizadores y aficionados de otros equipos. Los comentarios eran innumerables y todos se mostraban en contra de esta creación.

19 de abril

Los aficionados de los clubes en la Premier League dejaron las redes sociales y comenzaron a manifestarse de manera presencial en los diferentes estadios de los equipos. Etihad, Anfiel, Old Trafford, Tottenham Stadium, Stamford Bridge y Emirates fueron el escenario de las protestas con pancartas en contra de la dirigencia del equipo y la Superliga.

Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA se reunió con el comité ejecutivo para presentar el nuevo formato de la Champions League y reaccionó acerca de la Superliga. Advirtió a los equipos que la formaron que los jugadores que participaran, se olvidaran de convocatorias a selecciones nacionales y de la Copa del Mundo en Qatar.

Previo al partido entre el Liverpool y el Leeds United, se le preguntó a Jurgen Klopp, DT de los ‘Reds’ su opinión acerca de la Superliga y su respuesta fue la misma que en 2019, cuando dijo que estaba en contra de esta idea. A Klopp, se unió James Milner, diciendo que a él no le gustaba la idea que su equipo había generado.

Florentino Pérez compareció en TV para aclarar muchas de las dudas sobre esta nueva Superliga, sus respuestas dejaron más dudas que respuestas y siempre con la bandera de que los clubes grandes estaban perdiendo dinero, mientras los “modestos” estaban ganando dinero.

Una de las frases claves fue que estaban “salvando al futbol” con esta Superliga, que también mencionó que no era cerrada, que cualquier equipo se podía clasificar, sólo si hacían lo meritorio dentro del campo y en sus ligas. Además, dijo que, a pesar de todas las manifestaciones en contra, el proyecto seguiría en pie y ninguno de los presidentes de los equipos podía salirse.

20 de abril

Aunque algunos jugadores se habían mostrado en contra de la Superliga, muy pocos de los clubes organizadores habían tomado postura. Bruno Fernandes del Manchester United era de los pocos en mostrarse en contra.

Marcus Rashford y Kevin de Bruyne fueron los siguientes en mostrar su descontento ante las decisiones de que sus equipos se unieran a la Superliga. También, compañeros como Zlatan publicaron mensajes en contra del nuevo torneo.

Guardiola en rueda de prensa antes de enfrentar al Aston Villa fue directo sobre su inconformidad sobre esta Superliga, argumentando que no era deporte si no importaba perder. El sistema que plantearon no era lo suficientemente lógico para Pep.

Los rumores comenzaron a llegar a la prensa británica y se mencionaba que el equipo de Pep Guardiola, el Manchester City, y el Chelsea, ya planeaban desligarse del proyecto llamado Superliga, pero eran sólo eso, rumores.

Petr Cech, una leyenda del Chelsea, fue el centro de la tormenta, pues tuvo que salir a las inmediaciones del Stamford Bridge para calmar a los aficionados y miles de ellos, que fueron a reclamar al equipo, sólo unas horas antes de su partido contra el Brighton.

En imágenes: Las protestas en Stamford Bridge por la Superliga Europea

Las repercusiones de la presión en todos los frentes fue tal para el Manchester United, que su presidente ejecutivo Ed Woodward dimitió de su puesto. Desde Italia, los rumores también atacaron al presidente de la Juventus, pues se decía que también dejaría su puesto.

Ante la presión mediática, Barcelona y Atleti fueron los siguientes que se bajarían del barco de la Superliga, pues el chisme llegaba desde España y finalmente fue el City, el primero en oficializar su salida de la Superliga y la UEFA le agradeció el gesto con un comunicado en el que le dio la “bienvenida” al futbol europeo.

Jordan Henderson, capitán del Liverpool, también hizo publico su deseo de apoyar siempre a los aficionados y sus deseos de no pertenecer a la Superliga. En una publicación de redes sociales, dijo que no les gusta (la Superliga) y no quieren que suceda, refiriéndose a sus compañeros.

Sin duda alguna, las últimas 48 horas han convulsionado el futbol a nivel mundial y aún falta mucho por conocer, porque después de la salida de los clubes ingleses de la Superliga, los otros 6 equipos siguen en su lucha por mantener vivo el sueño que tienen de formar este nuevo certamen.

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Jorge Cuevas es periodista egresado de la Universidad Latina con más de 3 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario AS México y actualmente lo puedes leer en Sopitas. También...

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