El Super Bowl LIII enfrentará a Rams y Patriots. Dos franquicias que hace no mucho ya disputaron el anillo del futbol americano. Fue el 3 de febrero del 2002 cuando Rams y Patriots se enfrentaron en el Super Bowl XXXVI. Es decir, exactamente hace 19 años y los papeles estaban invertidos. New England partía como el menos favorito ante unos ‘Carneros‘, que en ese entonces representaban a St. Louis.
Tom Brady llegaba a su primer Super Bowl con Bill Belichick. Enfrente un equipo comandado por Kurt Warner, y que había terminado con marca de 14-2 en la temporada regular. Ubicado como la mejor franquicia de la Conferencia Nacional.
St. Louis fue el primero en pegar. Un gol de campo de 50 yardas perfectamente bien ejecutado por Jeff Wilkins les dio la ventaja. Eso fue todo en el primer cuarto. Un claro duelo de defensas que los Rams ganaron en su primer periodo.
Para el segundo cuarto, Ty Law interceptó un pase de Kurt Warner y lo regresó 47 yardas hasta la zona de anotación. El punto extra de Adam Vinatieri puso por delante a los Patriots por cuatro puntos. Tom Brady aún no se hacía presente. Pero con 31 segundos en el reloj para que acabara la primera mitad, el mariscal de campo conectó de 8 yardas para David Patten y la ventaja ya era de 11.
En el tercer cuarto Adam Vinatieri parecía poner la ventaja definitiva con un gol de campo de 37 yardas. Dos anotaciones separaban a los Rams del empate.
Entonces comenzó el show de Kurt Warner. El quarterback se metió a las diagonales con un acarreo de 2 yardas y la ilusión de los Rams revivió. Más aún cuando Ricky Proehl recibió un pase de 26 yardas dentro de las diagonales. Quedaba 1:30 en el reloj y todo indicaba al tiempo extra.
No obstante Tom Brady comandó una serie ofensiva efectiva y todo quedó en la pierna de Adam Vinatieri. Con tres segundos en el reloj, el pateador conectó de 48 yardas para que la dinastía Brady-Belichick marcará el inicio de una época dorada.
Hoy representando a Los Angeles y con un Jared Goff muy joven, los Rams buscarán su ‘revancha’. El problema que tienen es la experiencia de Tom Brady, quien está llegando a su tercer Super Bowl de forma consecutiva, con sed de venganza por la derrota ante las Philadelphia Eagles el año anterior.