No hace tanto tiempo el basquetbol tomó un giro muy interesante. Alguien tuvo la grandiosa idea de crear un espacio para esos jugadores que no aspiraban a la NBA, que aspiraban a ser lo mejor de lo mejor en las calles.
En 1998 comenzó el AND1 Mixtape Tour. Un programa que relataba la vida de basquetbolistas callejeros, que viajaban por todo Estados Unidos en un autobús y que se dedicaban a retar a otros jugadores en la duela.
Buscaban a los mejores rivales de cada localidad y se ponían a competir con ellos. Ya fuera en un uno a uno o en canchas de preparatorias, con cientos de personas viéndolos. Claro, había reglas pero esto se trataba de ser espectacular.
Tomaron mucha más notoriedad cuando ESPN2 comenzó a pasar un segmento. Ahí pasaban las jugadas más destacadas y qué pasaba con los jugadores, pero nada más.
Más tarde, saldrían a la venta los programas en DVD. El primero fue un éxito total porque se narraba absolutamente todo, hasta su vida en el camión cuando viajaba.
Y claro, talento les sobraba porque tenían jugadores súper emblemáticos. No te acuerdas de sus nombres, o a poco te suena Grayson Boucher, Philip Champion o Dennis Chism. No, los recuerdas como The Professor, Hotsauce y Spyda.
The Professor sobresalía pues era blanco y bajito. Sin embargo, movía el balón como los dioses y ponía en ridículo a todos sus rivales. Ahora, ya es todo un señor pero no ha perdido el talento y lo aprovecha para hacer videos de Youtube y tener dos millones de seguidores.
Otro aspecto genial era el narrador. Porque no era uno ordinario, se ponía peluca y en lugar de estar sentado, se metía a la cancha, calentaba al rival y gritaba como loco. Para que lo recuerden, él era el MC oficial y se llamaba Emcee Rell.
Lo que sí es que algunos comenzaron a compararlos con los Harlem Globetrotters. Se decía que hacían cosas muy similares, pero al final quedaría en que ambos tenían su espacio y no tenían que estar peleando.
Finalmente, este programa nos duró 10 años. La última edición salió en 2008 y se llamó AND1 Mixtape Tour X.
Dejó un hueco grande pues más que un programa de basquetbol, también era un vistazo a la cultura de las calles, su música, su forma de vestir y de vivir. Fue tal su impacto que hasta un videojuego tuvieron (que estaba bastante bueno). Sus figuras se convirtieron en leyendas del basquet callejero y a pesar de que jamás lograron algo como profesionales, tienen un lugar muy especial en la memoria de la gente.