El basquetbol, el beisbol y el futbol americano son los deportes estadounidenses por excelencia, sin embargo pierde fuerza respecto a las audiencias televisivas y en el caso de la Serie Mundial que disputan los Dodgers y los Rays ya sufrió el efecto en carne propia al registrar la peor audiencia televisiva en el primer juego.
La Serie Mundial es uno de los eventos deportivos más esperados en el año y suele atraer a millones de televidentes y casi siempre se habían superado los 10 millones desde el primer juego, pero algo tienen los Rays que ahuyentan a los televidentes estadounidenses, pues en la historia de la Serie Mundial se ha adueñado de los dos peores registros televisivos de la historia.
Los peores registros de la Serie Mundial
En 2008, cuando llegaron a su primera Serie Mundial, contra Philadelphia, registraron un aproximado de 9.84 millones de televidentes para el tercer juego de aquella serie, el cual se disputó un sábado por la noche.
Para este año la audiencia se vino aún más abajo con 9.2 millones, de acuerdo con mediotiempo.com. Cabe recordar que aquel juego se llevó a cabo el martes por la noche.
Las cifras causan una serie de cuestionamientos y despiertan preocupación, pues se entendería que al tener en la serie a los Dodgers, uno de los equipos más seguidos en la MLB, los registros serían mucho más altos. La liga ha trabajado desde hace años en atraer a nuevos aficionados y ha aplicado reformas para hacer los juegos más dinámicos y rápidos, ante los comentarios de muchos que consideran que el beisbol es demasiado lento.
La NBA también sufre el efecto
La MLB no es la única que ha sufrido en este sentido, ya que la serie entre los Lakers y Miami Heat de esta misma temporada fue la menos vista en toda la historia de la NBA, pese a que los Lakers son una de las franquicias más seguidas en el mundo y LeBron James es considerado uno de los atletas más mediáticos.
Todo esto nos lleva a la NFL, que es la liga estadounidense que mejor ha gestionado la definición del campeón con el Super Bowl. Tan sólo este año, un aproximado de 99.9 millones de personas vieron el juego entre los Chiefs y los 49ers.
