Al futbol italiano le urge reactivar la temporada 2019-20 por temas económicos, luego de la sacudida que ha representado el parón abrupto de la Serie A por el coronavirus.
Las teorías de una posible banca rota en la Serie A son reales y lo peor está por venir. Italia ya superó a China como el país con más fallecidos a causa del COVID-19 y de acuerdo con El País, el pico de personas infectadas se alcanzará en dos semanas.
Ante esta situación, no se plantea reanudar el torneo sino hasta el mes de mayo y a puerta cerrada, sin embargo, la desesperación se hace evidente en los clubes italianos, a tal grado que el presidente del Brescia, Massimo Cellino, ha pedido la ayuda económica del gobierno.
A la vez, el directivo ha pedido a jugadores, cuerpo técnico y trabajadores regresar a las instalaciones y volver al trabajo, lo cual ha sido criticado en diferentes esferas.
En tanto, Lazio convocó a sus jugadores a volver a los entrenamientos este lunes con un esquema similar al que usa Toluca en la Liga MX: entrenamientos con grupos pequeños y en diferentes horarios para evitar aglomeraciones. Claro que la propuesta también ha sido criticada.
Los jugadores se han manifestado en contra de estas medidas, mientras que la presidenta de la Federación Italiana de Futbol, indicó que la crisis podría dejar pérdidas por 700 millones de euros, por lo que explicó que, al igual que en el Barcelona y el futbol español, lo ideal es bajar los salarios de los jugadores. “Solo así darán un significado real a la palabra solidaridad”.
Y hablando de solidaridad, aquí es cuando surge el protagonismo de equipos como Juventus, que ha recaudado casi medio millón de euros para sostener a los abarrotados hospitales de Piamonte, mientras que el presidente del Inter de Milán, el chino Steven Zhang, donó 300 mil cubrebocas.