Sergio Ramos es uno de los mejores defensas del mundo y por ello fue considerado como parte del 11 ideal de la década, sin embargo, también es reconocido por su actividad nocturna, no sólo con el Real Madrid, sino desde su etapa con el Sevilla, equipo en el que debutó.
Sin embargo, hubo alguien que hizo lo que pudo para evitar que el zaguero no le entrara tanto a la pachanga, Darío Silva, quien jugaba en el club andaluz como delantero y a quien también le encantaba salir de noche.
El sudamericano tenía que mentirle al defensa español para obligarlo a quedarse en casa, mientras que él se las ingeniaba para escaparse sin que Ramos se diera cuenta.
“No quería que él empezara de esa manera… a lo mejor el alcohol, a las mujeres porque las mujeres son cada vez más lindas cuando eres famoso. Él quería pegarse a mí y yo le decía que no. Le decía: ‘No podemos salir, yo no voy salir’. Claro, yo tenía que llevarlo a casa”, confesó en el programa Los Otros.
Una vez que lo convencía y lo llevaba a su casa, esperaba a que se encendieran las luces de la casa de Ramos y cuando esto sucedía, era momento de volver al auto y escaparse. “Cuando veía que las luces se encendían en la casa ya sabía que se había subido, que iba subiendo por las escaleras. Entonces yo salía en mi coche y me iba”.
Sin embargo, Ramos comenzaba a darse cuenta que su compañero se escapaba, ya que al día siguiente notaba el olor a alcohol en Silva. “¡Qué peste a alcohol que tienes, se ve que saliste anoche!”, le decía Ramos. “’No, antes de salir, me tomé una copita’. Y siempre le fui haciendo trampillas”.
A su llegada al Madrid, Ramos solía salir de fiesta con Guti, uno de los más fiesteros en el conjunto merengue, hasta que salió en 2010 para fichar con el Besiktas, por lo que fue parodiado en la televisión española.