La era del Tata Martino se terminó con al silbatazo final del partido entre México y Arabia Saudita y con ello también la participación del Tri, que no pudo calificar por la diferencia de goles con Polonia, que avanzó como segundo lugar.
Sin embargo, el último partido del ‘Tata’ Martino al frente de la Selección Mexicana se vivió antes del partido y fuera de la cancha, con los aficionados, y aquí te contamos un poco de lo que no se vio en este encuentro.
Hasta los árabes pidieron la salida del ‘Tata’ Martino
En Qatar hay una extraña dinámica, en la cual los aficionados entran al estadio y lo llenan a pocos minutos del inicio del jugo, de modo que muchos perdieron las alineaciones de los dos equipos, pero hubo la suficiente gente para ovacionar al ‘Chucky’ Lozano, pero sobre todo, abuchear al Tata Martino.
Es más, hubo árabes que pidieron la salida del Tata Martino antes de ingresar al estadio.
Senado semi vacío
A la misma hora a la cual se jugó el partido de México, estaba programada una sesión en el Senado, pero en este mundo hay prioridades, por lo cual muchos lugares quedaron vacíos, o sea que nuestros senadores se fueron a ver el partido a quien sabe dónde y lo que sí fueron, pues estaba atentos al celular para seguir en vivo el partido.
La demora del ‘Tata’ Martino
Después de los partidos, los técnicos están obligados a ir a la sala de prensa y ofrecer una conferencia. El primero que salió fue el timonel de Arabia, el francés Hervé Renard, cerca de las 15:44 horas, tiempo del centro de México.
Sin embargo, tuvimos que esperar cerca de media hora más para que el aún timonel de la Selección Mexicana llegara a la sala de prensa, cerca de las 16:10, es decir, casi una hora después de haber terminado el partido.
En dicha conferencia, el estratega comunicó que no seguiría al frente de la Selección Mexicana, tras finalizar su contrato y admitió que no había forma de renovar tras semejante fracaso.
Las imágenes de la derrota
Hemos visto muchas caras de jugadores y aficionados derrotados después de un partido, pero no hay nada más doloroso que ver a aquellos aficionados y jugadores que te han representado.
