Si había dudas sobre la posible mejora de Ferrari para esta campaña, al parecer fueron disipada. Sebastian Vettel dejó con el ojo cuadrado a los Mercedes y ganó el Gran Premio de Australia, la primera carrera de esta temporada en la Fórmula 1.
El circuito Albert Park de Melbourne fue testigo de la hazaña del alemán. Después del gran dominio de Lewis Hamilton y Nico Rosberg, quien se retiró, ahora el ex de Red Bull arrebató la cima a la escudería campeona del mundo.
Sin embargo las cosas no son tan distintas al año pasado. Hamilton terminó en la segunda posición y su nuevo compañero, Valtteri Bottas, en la tercera plaza.
La carrera se definió en la vuelta 18. El inglés entró a pits para cambio de llantas y al regresar a la pista tuvo que pelear posición con Max Verstappen. De ahí, Sebastian aguantó 24 vueltas sin cambio de neumáticos, combinado con el duelo entre Hamilton y Verstappen, y se le dio el triunfo.
Sebastian Vettel no ganaba una carrera de F1 desde el Gran Premio de Singapur en el 2015. Esta fue la racha más larga de toda su historia, pero ahora parece que será una competencia mucho más pareja.
Mientras, las cosas para Sergio Checo Pérez no se dieron tan mal. El piloto mexicano arrancó desde la posición 11 y consiguió subir hasta el séptimo lugar para sumar puntos en la primera carrera del año. Esperemos que estos resultados vayan mejorando y el conductor de Force India evolucione al paso de la temporada.
Al final, inició bien la Fórmula 1: no ganaron los de siempre y si sigue así, tendremos un año mucho más cerrado.